VALÈNCIA 24 Abr. (EUROPA PRESS) -
Dos días después de ganar el Premio de la Crítica de la Asociación Española de Críticos Literarios, el escritor vasco Fernando Aramburu ha firmado este lunes en la 52 Fira del Llibre de València ejemplares de su novela 'Patria', que ha ilustrado como un "terremoto" en su vida.
La obra, que ya ha vendido más de 175.000 ejemplares y va por su docena edición, también ha ganado el Premio Francisco Umbral a mejor novela del año. Además, el guionista y productor Aitor Gabilondo ya planea su adaptación para la televisión, según ha informado la organización del certamen en un comunicado.
"Jamás se me ha leído tanto, me siento súper reconocido. Este libro ha sido un terremoto en mi vida", ha aseverado Aramburu durante la jornada.
La historia de 'Patria' arranca el día en que la banda terrorista ETA anuncia el abandono de las armas. En ese momento, Bittori se dirige al cementerio para contarle a la tumba de su marido, el Txato, asesinado por los terroristas, que ha decidido volver a la casa donde vivieron.
Esa decisión le plantea grandes retos como si podrá convivir con quienes la acosaron antes y después del atentado que trastocó su vida y la de su familia, o si podrá saber quién fue el encapuchado que mató a su marido. La llegada de Bittori alterará la "falsa tranquilidad" del pueblo, sobre todo de su vecina Miren, amiga íntima en otro tiempo, y madre de Joxe Mari, un terrorista encarcelado y sospechoso de los peores temores de Bittori.
"EL PERDÓN TIENE QUE SER PRIVADO"
El escritor de San Sebastián ha relatado que "el primer estímulo para escribir Patria fue la necesidad imperiosa de perdón en una viuda", aunque ha recalcado que "el perdón para que sea perdón tiene que ser sincero. El perdón tiene que ser privado".
Aramburu escribió Patria desde Hannover, ya que emigró al país germano hace más de 30 años pero la "realidad conflictiva" de sus orígenes le ha perseguido siempre. 'Los peces de la amargura' y 'Años lentos' son dos obras anteriores en las que ya aborda la violencia y el dolor de su Euskadi natal. "Es la única perspectiva que he tenido. Vivir en el extranjero me da cierta panorámica", ha explicado.
En cualquier caso, se ha mostrado en contra de la idea mitificada de la distancia porque, aparte de haber vivido en el contexto de 'Patria', el proceso de elaboración de la novela ha sido como la de cualquier otra.
"Los personajes no son trasunto de personas concretas", sino que poseen aspectos de personas que ha conocido, "esas madres autoritarias están presentes en mi vida". El autor ha justificado que la verosimilitud le exige que sus personajes hablen en dialecto: "Es la manera que hablábamos en mi casa, en mi barrio. El lector tiene que tener una impresión de veracidad".
"La novela ha tocado un nervio sin que lo pudiera prever. Había necesidad de historias como la que yo he contado. La gente se ha sentido interpelada por mi libro", ha celebrado.