La víctima se ratifica y el acusado defiende que no le coaccionó y que las relaciones fueron consentidas
VALENCIA, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía de Valencia solicita una pena de 18 años y 10 meses de prisión para un joven acusado de abusar sexualmente de una niña, de 14 años, en compañía de otros menores, y de grabarla con su teléfono móvil. La víctima, a la que presuntamente se le extorsionó y amenazó con difundir unas imágenes en las que aparecía practicando sexo con otros chicos, se ha ratificado en su declaración, mientras que el acusado ha defendido que no le coaccionó y que las relaciones fueron consentidas.
Inicialmente el ministerio fiscal pedía para este joven, de nacionalidad española, una pena de 16 años y medio de cárcel por un delito de agresión sexual y otro contra la intimidad, aunque en las conclusiones definitivas ha modificado y ha elevado la pena hasta los 18 años y 10 meses de prisión, al entender que el delito de agresión sexual fue continuado, y que existió un delito de amenazas.
Por su parte, la defensa reclama la absolución para su representado porque defiende que hubo consentimiento, que la víctima ha mentido por miedo a su madre, y que fue ella la que planificó los hechos al llevar al acusado y a los menores a la caseta donde mantuvieron relaciones, con total libertad.
Los hechos se remontan a enero de 2013, en el municipio valenciano de Torrent. Previamente, según ha contado el acusado durante la vista, había mantenido una relación durante unos tres meses con la víctima, a la que solía ver unas dos o tres veces por semana.
El joven, quien ha indicado que la chica solía hablarle de sexo y que le decía "cosas rollo caliente", ha reconocido que el 14 de enero de 2013 quedó con ella para mantener relaciones, un día en el que también se apuntaron otros menores, pero ha asegurado que ni coaccionó ni abusó de la víctima. En esta línea, ha señalado que no le extorsionó con unas fotos porque "ella sabía que no había imágenes ninguna".
Frente a ello está la versión de la víctima y del ministerio fiscal, que mantienen que la menor recibió varios whatsapp por parte del acusado en los que le insultaba y le conminaba a mantener relaciones sexuales con él y con un amigo suyo. Le dijo que si no accedía a sus peticiones, difundiría unas fotografías suyas practicando sexo con otros chicos, cuando realmente éstas no existían.
Así, sobre las 14.30 horas, concertaron una cita con la chica en las inmediaciones del Ayuntamiento de Torrent, a la que acudieron el acusado y otros cuatro menores más, entre ellos, un hermano suyo. Todos ellos, menos uno, se dirigieron junto a la chica a una caseta abandonada en la zona de la estación vieja del metro.
Una vez allí, la menor, ante el temor de que pudieran cumplir sus amenazas y difundir las fotografías, accedió contra su voluntad a practicar una felación tanto al acusado como a dos de sus acompañantes. Mientras tanto, el acusado le grabó en una de las ocasiones con su teléfono móvil.
La niña abandonó el lugar confiada en que el acusado cesaría en su actitud --según el ministerio público-- y no la molestaría más, hasta que el 2 de mayo del mismo año, recibió otros whattsap en los que de nuevo el acusado le exigía tener relaciones o que le diera 100 euros a cambio de no difundir el video que él mismo había grabado el 14 de enero.
OTROS MENORES
El hermano del acusado ha declarado que el 14 de enero quedaron con la niña, y junto a otros dos menores, que se presentaron en el lugar "por casualidad", se fueron a una caseta de Torrent. Según ha explicado, la chica "iba delante" de ellos y fue la primera que entró en la caseta. Después otro menor, su hermano, y ya por último el que quedaba. Hubo un rato en el que coincidieron dentro la chica, su hermano y otro menor.
Él se quedó fuera de la caseta, con lo que no vio prácticamente nada de lo que ocurrió en el interior, según ha manifestado. Lo que sí hizo fue una pequeña grabación con el móvil de su hermano, desde una ventana, porque su hermano y otra persona le habían dicho que eso "le daba morbo".
Cuando la niña estaba en la caseta con el último menor, ha explicado que le sonó el teléfono móvil, era su madre, y dijo que se tenía que ir. "No le ví llorar ni vomitar ni nada de eso", ha asegurado. Tras ello, le acompañaron hasta la esquina de su casa y ya se marcharon, tal y como ha contado.
Por su parte, otro de los menores que estuvo ese día con la chica ha explicado que se encontró con el acusado, su hermano y la niña cerca del Ayuntamiento, y le comentaron que habían quedado con ella para tener relaciones sexuales. "Me dijeron que ella quería por su propia voluntad", ha aseverado.
Ha narrado que fueron hasta la estación, a la caseta, y fueron pasando el acusado y el otro menor. "A mí me engañaron. No me dijeron que estaba intimidada o amenazada. No me enseñaron luego la grabación y tampoco conocía la caseta. No había estado nunca allí", ha aseverado. También ha dicho que la chica no se negó en ningún momento a mantener las relaciones: "Si una persona no quiere, no hay que obligarla. No me pareció que estaba forzada", ha apostillado.