Oltra censura las críticas del PP y asegura que no le merecen "ningún respeto" por frivolizar y bajar a la "infraintelectualidad"
VALÈNCIA, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
La vicepresidenta de la Generalitat y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, ha detallado este jueves el viaje que realizó la pasada semana a Gaza y Cisjordania, aceptando una invitación de la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados de Palestina (UNRWA), entre otras cuestiones para conocer la situación sobre el terreno de cara al plan especial de cooperación para Palestina en el que se está trabajando. Además, se está elaborando un informe del viaje que se remitirá al Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.
Oltra ha explicado en rueda de prensa las visitas realizadas cada uno de los cinco días del viaje, en los que pasaron por Tulkarm, Belén, Hebrón, Jericó, Jerusalén y Gaza, franja esta última que ha calificado como "la mayor prisión del mundo", en la que viven dos millones de personas.
El coste total del viaje ha sido de 2.834 euros (1.320 en alojamiento y 1.514 en transporte) para tres personas, la propia Oltra, el director general de Cooperación, Federico Buyolo, y un asesor.
Según ha recalcado, el viaje se planteó tras la invitación de UNRWA el pasado mes de enero para ver en primera persona la situación en la que vive la población civil en los territorios ocupados, visitar proyectos de cooperación que apoya la Generalitat en la zona y determinar las prioridades para la inversión de la cooperación valenciana en el futuro, siempre bajo concurrencia competitiva y no por un "tú me caes bien, yo te doy el dinero".
Así, otro de los objetivos fundamentales por los que se aceptó la invitación fue "poner en valor la cooperación valenciana después de años tirada por tierra" por el anterior Consell del PP.
Oltra ha relatado la visita de escuelas como el Colegio del Pilar en Jerusalén este, un centro de salud o los 'chekpoints' (puestos militares) para controlar la entrada y salida de Cisjordania, comprobando la "presión" de los colonos israelíes a la población o la "ansiedad" que padecen los niños --que en algunos casos sufren ataques con piedras cuando se encuentran en la escuela-- en una zona que vive una "militarización constante".
En el caso de Gaza, ha indicado que, por ejemplo, el hospital fue destruido y para poder salir un enfermo a recibir atención en Cisjordania ha de pedir un permiso y a veces este llega tarde. También ha indicado, como anécdota, que en una casa vieron cajas con cerámica de Castellón, lo que demuestra que esta podría ser "una zona de expansión económica, de exportación" para la industria valenciana.
La consellera ha recalcado que antes que la delegación valenciana ya habían acudido allí responsables de Extremadura y ha incidido en que el objetivo es trasladar al Estado desde las comunidades autónomas las impresiones recabadas para coordinar la política de cooperación.
En el caso valenciano, la Generalitat tiene en marcha tres proyectos en Palestina, en el ámbito de la mujer, la agricultura y el desarrollo económico global, con una dotación de 1 millón de euros. Ahora se pretende elaborar un plan de actuación concreto para atender las necesidades palestinas.
Oltra ha señalado sobre la situación política que "un conflicto pueden tenerlo dos gatos pero no un gato y un ratón, eso es otra cosa" y es lo que ocurre en este caso. "Políticamente la situación es difícil, por no decir en este momento que probablemente imposible", ha admitido, ante "la presión colonizadora de Israel, la falta de liderazgo de Palestina y la desconexión entre Cisjordania y Gaza".
Para desbloquearla sería necesaria "una intervención internacional que hiciera que Israel cumpliera" las resoluciones de la ONU y el derecho internacional.
CRÍTICAS QUE DESTILAN "EGOÍSMO"
Preguntada sobre su opinión ante las críticas del PP a este viaje, Mónica Oltra ha recalcado que hay "muchos valencianos que quieren que esta comunidad haga cooperación internacional" y son diferentes a "aquellas declaraciones que destilan egoísmo" y sitúan "primero a los valencianos". "Que el PP diga los españoles primero y se sitúe en el marco de otros partidos, ellos verán", ha agregado.
Asimismo, ha precisado que cuando ella se imagina unas vacaciones no lo hace "en coche blindado" y nunca se le ocurriría llevar a sus hijos, y ha agregado que cuando le han contado que "uno de los ataques de los colonos fue coger a un niño, darle de beber gasolina y prenderle fuego" las declaraciones de las 'populares' Isabel Bonig o María José Català no le merecen "ningún respeto".
Les ha acusado de "frivolizar rayando el ridículo porque no tienen argumentos, ni cifras, ni rigor para criticar" y ha incidido en que "no pueden hablar de cooperación si tuvieran vergüenza".
"No me merece ningún respeto y no voy a contestar a personas que dicen estas tonterías y estas barbaridades, que bajan a ese nivel de infraintelectualidad", ha insistido.
ANTES SE IBA "A VER EL TENIS"
Preguntada sobre si considera que este viaje era necesario, ha indicado que sí lo era para redirigir la política de cooperación porque ha servido para ver de forma más clara qué proyectos hay que apoyar, y ha insistido en que la política internacional se practica así, yendo al terreno cuando a uno se le invita.
Ha admitido que entiende que haya a quien le "chirríe" este viaje cuando en épocas anteriores ha habido periodos "autárquicos, de no relacionarse con la UE porque te tiraba de las orejas" o llegar a retirar la bandera europea o cuando "antes a lo que se iba era a Roland Garros a ver el tenis".
Así, entiende que haya personas que defiendan ese viaje a Roland Garros y no a Palestina "para ver miseria todo el día", dado que antes se iba a Bruselas o a Boston. "Más bonito seguro que es", ha ironizado.