Las infracciones pueden implicar multas de hasta 45.000 euros cada una y, las relativas a productos peligrosos, llegar a los 300.000
ALICANTE, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil ha denunciado a un hombre en el municipio de Rojales (Alicante) por presuntamente realizar en una finca actividades de reparación y pintura de vehículos sin las autorizaciones ni condiciones necesarias, además de gestionar de manera ilegal residuos peligrosos generados en ese taller clandestino.
Según ha informado el instituto armado en un comunicado, la actuación se produjo durante una inspección rutinaria de agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Guardamar del Segura (Alicante), quienes observaron un vehículo en reparación en el exterior de un cobertizo.
Cuando los efectivos de la Benemérita se aproximaron, solicitaron la documentación a la persona que se encontraba allí. En ese momento, comprobaron que, además de labores de mecánica, llevaba a cabo tareas de pintura y reparación de chapa en otros coches.
En la zona se detectó también una acumulación considerable de residuos y chatarra depositados sin control ambiental ni medidas de seguridad. Además, los agentes identificaron un total de 15 vehículos a motor --entre turismos, furgonetas y motocicletas-- pertenecientes a distintos propietarios y en distintas fases de reparación.
El Seprona solicitó a este hombre la licencia ambiental, la acreditación de alta en el Registro de Talleres de la Comunitat Valenciana y la placa distintiva de taller, pero no cumplía con ninguno de estos requisitos.
Además, los agentes comprobaron que los residuos peligrosos generados en el lugar --filtros, líquidos de frenos, baterías, disolventes y polvo de lija-- no los estaba tratando un gestor autorizado.
El denunciado solo justificó la entrega de aceites usados, lo que indica, según el instituto armado, una presunta eliminación clandestina de otros residuos.
MULTAS DE HASTA 300.000 EUROS
Ante estas irregularidades, el Seprona inició diversos expedientes administrativos por infracciones como la falta de licencia ambiental y de apertura, no estar registrado en Industria, no tener un número de identificación medioambiental, no estar dado de alta como pequeño productor de residuos peligrosos, mezclar sin control desechos de varias categorías y no aportar justificantes de entrega a un gestor autorizado. Esta persona tampoco contaba con extintores ni medidas contra incendios.
Cada una de estas infracciones puede acarrear sanciones de hasta 45.000 euros y, en el caso de los residuos peligrosos, las multas podrían ascender hasta los 300.000.
Desde la Guardia Civil han recordado que la denuncia se debe a la gravedad de los hechos y a los riesgos que estos suponen para el medio ambiente y la seguridad de la población.
La actuación se enmarca en los controles que el Seprona realiza sobre la gestión de residuos y la seguridad en talleres de reparación, con el objetivo de garantizar el cumplimiento de la normativa y proteger la salud pública y el entorno natural.