Hallan evidencias de canibalismo infantil como ritual del Neolítico en la Cova del Randero de Pedreguer

   ALICANTE, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -

   Las excavaciones realizadas en la Cova del Randero de Pedreguer (Alicante) han confirmado el primer hallazgo de canibalismo infantil del levante peninsular como un ritual funerario en el contexto del Neolítico. Este descubrimiento se remonta a comunidades de pastores, agricultores y artesanos de hace 6.400 años.

   Un equipo interdisciplinar en arqueología, antropología y arqueozoología, dirigido por Jorge A. Soler, prehistoriador y director del Museo de Bellas Artes Gravina (Mubag); Consuelo Roca de Togores, arqueóloga de la Diputación; y María Pilar Iborra y Rafael Martínez Valle, del Ivcr+i, ha dado a conocer este trabajo, basado en la determinación en huesos humanos de señales de desarticulación, descarnación o marcas de diente humano, según ha informado la Diputación de Alicante.

   En el acto de presentación de las conclusiones de los trabajos de investigación desarrollados en el marco del Plan de Excavaciones e Investigaciones arqueológicas del Museo Arqueológico Provincial de Alicante (MARQ) ha participado también el presidente de la Diputación provincial, Toni Pérez.

   Soler ha explicado que el canibalismo era una actividad relativamente común durante el Neolítico, casi en toda Europa, y en la Península se concentra fundamentalmente en zonas de Andalucía. Las causas, según distintos autores, podían ser gastronómicas, por violencia o por ritual.

   "En 2017 se publicó que en la comarca de la Marina Alta se hallaron otros huesos humanos con mordeduras humanas y marcas de corte procedentes de la Cova de Santa Maira en Castell de Castells, que remiten a cazadores y recolectores del Mesolítico. Todo ello contribuye a hacer de la provincia de Alicante un referente en el marco de la investigación prehistórica y paleoantropológica", ha agregado el director del Mubag.

   Por su parte, Roca de Togores ha puntualizado que "en Randero la falta de señales de violencia en ninguno de los huesos conservados, sumado a que aquellos que presentan marcas se corresponden con sujetos infantiles, hace suponer su ingesta en un contexto familiar como un acto ritual selectivo vinculado al duelo funerario, en un pensamiento donde la muerte se proyecta en la vida y hace propio el recuerdo de un ser vivo y querido".

OCHO ESQUELETOS

   Hace 6.400 años una comunidad de pastores que frecuentó o residió en la Cova del Randero para acoger ganado doméstico y luego comerlo arrojó a una galería interna usada como basurero desechos domésticos que incluían una gran cantidad de huesos de animales procesados --fundamentalmente ovejas y cabras--, junto a fragmentos de huesos pertenecientes a un mínimo de ocho esqueletos humanos, entre adultos y niños.

   Dos huesos, un fragmento de mandíbula de un niño de unos seis años y un cúbito de un perinatal de unas 40 semanas de gestación, que presentan claras evidencias de manipulación antrópica 'peri mortem', es decir, cuando el hueso todavía estaba fresco, lo que confirma un canibalismo "selectivo".

   Las investigaciones permitieron identificar en 2023 varios tipos de marcas antrópicas: cortes realizados con instrumental de piedra para desarticular y para descarnar, fracturas por flexión para acceder a la médula y mordeduras humanas, que en algunos casos provocaron la destrucción de algunas partes del hueso.

   Los trabajos en este enclave se han llevado a cabo a lo largo de 14 campañas (2007-2021) del Plan de Excavaciones del MARQ, con el apoyo del Ayuntamiento de Pedreguer, aunque los hallazgos tuvieron lugar concretamente en 2018 y la investigación en laboratorio sigue en curso en la actualidad.

   Hasta ahora, la importancia de la cueva radicaba en haber sido excavada en los niveles del Neolítico Medio, algo que reveló datos en cuanto a gestión y organización del espacio físico y temporal.

   Pérez, que ha estado acompañado por el diputado de Cultura, Juan de Dios Navarro, y el alcalde de Pedreguer, Sergi Ferrús, ha destacado que la Diputación "mantiene firme su compromiso por la investigación a través del plan anual de excavaciones del MARQ y, en este caso, hemos tenido la oportunidad de crear alianzas para ir de la mano del Ayuntamiento de Pedreguer durante años de trabajo y poner en valor el rico patrimonio histórico y cultural que tiene la Cova del Randero".