"Hay sitios por los que hemos pasado hasta siete u ocho veces hasta que hemos podido encontrar un cuerpo", relata el agente Manuel
VALÈNCIA, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un equipo especializado de la Guardia Civil se ha vuelto a desplazar a la zona de Pedralba (Valencia) tras obtener nuevos datos de geolocalizaciones de una de las tres personas que permanecen desaparecidas tras la catastrófica dana del pasado 29 de octubre. Los especialistas mantienen un "halo de esperanza" y la confianza en que les encontrarán. "No hemos parado hasta el día de hoy", ha subrayado.
Esta es la convicción de Manuel, uno de los tres miembros de este equipo perteneciente a la patrulla del Seprona de Albal (Valencia) y destinado a la búsqueda de desaparecidos tras la riada, según lo ha trasladado en una entrevista concedida a Europa Press. El agente, preguntado por qué es lo más duro en su día a día, responde: "Encontrar los cuerpos". "Tenemos esperanzas en encontrar a los desaparecidos que faltan. Yo creo que sí, los encontraremos", ha asegurado emocionado.
En esta línea, ha explicado que nunca antes se habían encontrado con una situación similar. "Nadie había visto algo así. El que diga que es lo había vivido es mentira. Por la dimensión, por la cantidad de gente afectada... 224 muertos son muchos muertos. Muchos", ha lamentado.
En la actualidad, después de contabilizarse 224 víctimas mortales, permanecen desaparecidas tres personas: José Javier, un hombre de Pedralba que se encontraba junto a su hija, una joven con síndrome de Down, cuyo cuerpo sin vida sí fue hallado; Elizabeth, desaparecida cuando circulaba en su vehículo junto a su madre cerca del Hotel La Carreta de Chiva; y Francisco, el abuelo que salvó a sus dos nietos tras ubicarlos en el techo del vehículo cuando les pilló la riada por Montserrat.
Tras registrarse la dana, se constituyó un equipo en Guardia Civil encargado de organizar las búsquedas de las personas desaparecidas liderado por Carlos, capitán del Seprona, y del que también forman parte el sargento Nacho --destinado en la Comandancia de Valencia-- y el guardia civil Manuel.
Con el equipo en marcha, los agentes comenzaron a trabajar en una fase de análisis de información, conocimiento del terreno y ubicación de puntos en los que se podían hallar las personas desaparecidas. Tras ello, se delimitan los recursos necesarios para las labores de búsqueda: efectivos de montaña, equipos cinológicos o la misma Unidad Militar de Emergencias (UME). "Y se pone a buscar todo el que está dispuesto a hacerlo y no paramos. No hemos parado hasta hoy", ha dicho el agente Manuel.
El punto de partida siempre son las denuncias que han interpuesto los familiares de los desaparecidos en las que se recoge la estatura del desaparecido, peso, características, marcas o tatuajes, entre otras. En ocasiones, la información está incompleta y la Guardia Civil contacta directamente con los familiares para requerir nuevos datos.
"Hay personas que ponen la denuncia con alto nivel de estrés y no dan demasiados detalles. Contactamos con ellas y les pedimos informaciones que a nosotros nos sirven mucho para encontrar el cuerpo y poder identificarlo", ha explicado.
Con las denuncias se suelen tomar muestras de ADN a los familiares y se quedan archivadas. Una vez se localizan los cuerpos, se les toman también muestras y se mandan el mismo día a Madrid en helicóptero para ser analizadas. Normalmente en un "breve espacio de tiempo" se tenía la identidad de la persona, ha explicado. "Teníamos prioridad absoluta y en menos de 24 horas ya podíamos saber de quién se trataba", ha apostillado.
La mayoría de las denuncias interpuestas de desaparecidos provienen de los mismos familiares aunque también ha habido casos de denuncias de Servicios Sociales o de Consulados cuando se trataban de personas indigentes.
CRIBA DE UBICACIÓN
Con las denuncias, los agentes realizan una criba de la ubicación y se fija en un plano. "En él se pone dónde han desaparecido las personas para determinar los cursos fluviales o los torrentes donde pueden estar. Nosotros hemos encontrado tres: el Túria, el barranco del Poyo y el Júcar, proveniente del río Magro", ha señalado.
Actualmente este equipo de búsqueda está en un momento "difícil" porque quedan tres personas desaparecidas y "ponemos todos nuestros recursos a disposición para intentar encontrarlos", ha subrayado. "Cualquier información al respecto nos es válida", ha dicho, para añadir que ahora, tras las consultas realizadas en su momento, están recibiendo geolocalizaciones con posibles ubicaciones de víctimas: "Tenemos otro halo de esperanza en encontrarlos con las nuevas informaciones", ha señalado.
Estas nuevas geolocalizaciones han permitido al equipo de la Guardia Civil desplazarse esta semana hasta Pedralba para rastrear la zona y seguir con la búsqueda de uno de los desaparecidos.
Desde la Guardia Civil han recibido geolocalizaciones de los desaparecidos de dos tipos, según ha explicado el agente: de vehículos y de dispositivos móviles. En cuanto a estos últimos, existe la geolocalización del propio móvil cuando tiene activada esta opción o, por otro lado, existe la posibilidad de obtenerla cuando el móvil se contecta a antenas de telefonía repartidas por el territorio o zona en la que se encuentre.
Esa información de la geolocalización permite a los agentes saber dónde ha estado el dispositivo móvil --y, por consiguiente, la persona desaparecida-- y realizar un recorrido hasta que se pierde la señal por la batería o porque el móvil se ha roto o mojado. "Con esto podemos trabajar en el tiempo, hacia delante y hacia atrás", ha aseverado el guardia civil.
PISTAS Y PASOS
Con toda la información recabada --a través de las geolocalizaciones o de cualquier otro medio--, cuando hay una pista, lo primero que se hace es reconocer el terreno para ver las peculiaridades y estudiar el número de efectivos y personal necesario para realizar las tareas de rastreo.
En el caso de Pedralba, el terreno ya se ha reconocido hasta en dos ocasiones anteriores pero la Guardia Civil ha recibido una nueva información de la geolocalización y tiene que estudiarla. A lo largo de esta semana se enviarán los recursos de búsqueda y medios necesarios para ello. "Hay sitios por los que hemos pasado hasta siete u ocho veces hasta que hemos podido encontrar un cuerpo", ha relatado el agente Manuel.
Para organizar los recursos, la Guardia Civil trabaja junto con el Ejército. "Hay un centro de coordinación al que enviamos toda la información que tenemos. El jefe la revisa y es quien determina quién hay disponible para poder ir y reconocer la zona", ha explicado.