VALENCIA, 14 (EUROPA PRESS)
Un informe del catedrático de Economía Financiera y Contabilidad José Antonio Laínez, de Ayuso Laínez&Monterrey, elaborado a petición de Decuria Consulting para la defensa del expresidente de la Generalitat y exministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, aportado al caso Erial, señala que el matrimonio Zaplana-Barceló tuvo ingresos de 9.670.647 euros entre el periodo 2001-2017, de acuerdo con sus declaraciones anuales del IRPF provenientes de los rendimientos de trabajo.
Eduardo Zaplana; su mujer, Rosa Barceló; su hija María y su yerno, Luis Iglesias, figuran como investigados en el caso Erial, en el que se investigan presuntos sobornos millonarios de la familia Cotino al exministro por las adjudicaciones del Plan Eólico Valenciano y de las ITV en su época al frente de la Generalitat.
Zaplana recibió retribuciones por salario, dietas o indemnización por razón de su cargo desde 1991 a abril de 2008, entre los que destacan los percibidos como presidente de la Generalitat, ministro de Trabajo, senador, exministro, diputado y exdiputado en el Congreso y, a partir de dejar la política, como directivo en Telefónica, socio de Decuria Consulting y miembro del Consejo de Administración de Logista, según consta en el informe obrante en el sumario, al que ha tenido acceso Europa Press.
Entre 2001 y 2017, según consta en el informe, los ingresos de los rendimientos de trabajo de Zaplana ascendieron a 8,2 millones de euros y los de su mujer, Rosa Barceló, a 1.465.925 euros, lo que hace una media anual de ingresos de 568.861 euros --482.630 del exministro y 86.230-- de su mujer.
Asimismo, señala que el valor del patrimonio inmobiliario del matrimonio "vendría suficientemente justificado por las diferentes fuentes de ingresos (donaciones, plusvalías e ingresos provenientes de la actividad profesional).
En este informe consta que entre 1987 y 2018 el matrimonio tuvo dos chalés en Benidorm (uno de ellos vendido posteriormente); un terreno en esta localidad alicantina; un piso y un apartamento en Valencia en la Plaza Legión española, ambos vendidos y dos pisos en Madrid, uno en la Castellana vendido y otro en Monte Esquinza, que mantienen en propiedad.
A su vez, el matrimonio participó, a través de donaciones y préstamos concedidos a sus hijas, Rosa y María, en la financiación de dos pisos en Madrid, en las calles Príncipe de Vergara (a esta última y posteriormente vendido) y Alberto Alcocer (aún propiedad de la primera); un piso en Valencia, en Poeta Querol, de María, y dos pisos en Cartagena de ambas.
Todas las compraventas están "adecuadamente documentadas" en escritura pública y los medios de cobro y pago utilizados en cada caso. Esa financiación usada por la pareja para adquirir los inmuebles proviene de la venta de los comprados previamente; un préstamo de los padres de Rosa Barceló; un préstamo de la CAM e ingresos procedentes de la actividad profesional.
PLUSVALÍAS POR 2,6 MILLONES
De acuerdo con el informe, las plusvalías brutas obtenidas en la compraventa de los inmuebles ascienden a 2.637.020 euros, principalmente por la venta del piso de la plaza de la Legión española en 2006 (1.141.923 euros) y del de la Castellana (1.177.267).
El objeto del informe era analizar la información de los elementos patrimoniales de naturaleza inmobiliaria propiedad del matrimonio y las dos hijas. Según consta en el documento, Zaplana percibía como directivo de Telefónica una remuneración de 500.000 euros anuales más un bono variable de un 20 por ciento del importe, lo que suma 6.600.000 euros en once años.
A través de Decuria, una remuneración salarial mensual de entre 2.100 en 2008 y 2.660 en 2018. En 2017, la sociedad repartió dividendos de varios ejercicios, de los que correspondieron a Zaplana 376.650 euros netos, mientras que como consejero de Logista, en cinco años, hasta 2017, obtuvo 490.025 euros.
Este informe ha sido esgrimido por Zaplana en diferentes recursos presentados al juzgado para solicitar el alzamiento del decomiso de sus bienes y en los que ha alegado que los inmuebles adquiridos son o han sido propiedad del matrimonio financiados con su trabajo y ese valor del patrimonio "no resulta en absoluto desproporcionado" en relación a sus rentas lícitas y declaradas.
Ese patrimonio --con un valor de 2,1 millones-- supondría el 21,7% de los rendimientos de trabajo obtenidos por el matrimonio y se reduciría al 17% de sumar las plusvalías obtenidas por las ventas de otros inmuebles que tuvieron con anterioridad.
PATRIMONIO DE ORIGEN "ILÍCITO"
Sin embargo, según los investigadores, sí hay indicios de la existencia de patrimonio de origen ilícito por parte de los investigados y que se concretan en la existencia de una "desproporción entre ingresos de origen ilícito y patrimonio, el uso de personas físicas o jurídicas interpuestas" o de "operaciones carentes de justificación legal o económica y que podrían estar siendo utilizadas para enmascarar otra fraudulenta".
En el caso de María Zaplana, los investigadores citan el contrato de alquiler de un inmueble en el centro de València, con una contraprestación económica mensual de 3.500 euros, cantidades "llamativas" puestas en relación con sus ingresos por rendimientos del trabajo y de actividades económicas. El piso lo subarrendó a un ciudadano búlgaro implicado en una causa seguida en la Audiencia nacional en la que se investigan fraude fiscal y blanqueo.
Los pagos se ordenaban desde una cuenta de su marido, Luis Iglesias. En su caso, los investigadores han localizado diversas entradas de divisas, entre ellas, una de fecha de diciembre de 2015, por importe de 2,2 millones de euros, en la cuenta donde se adeudan las transferencias del alquiler de la vivienda del centro, seis días antes de la forma del contrato (el 11) y diez antes del primer pago (el 21).
En relación con esta entrada, un día antes (el 10) se produce una entrada de una cuenta titulada por el fiduciario uruguayo de Zaplana, Fernando Belhot, de 1,8 millones de euros procedente de Suiza, con el fin de llevar a cabo inversiones en el Puerto deportivo de Altea, con nexos en esa inversión tanto con Zaplana como con su asesor, Francisco Grau.
En una conversación interceptada por los investigadores entre Zaplana y Belhot, el exministro habla de relaciones comerciales con su yerno, del que dice que le propuso "un par de cosas buenas", aunque afirmaba que "hay que.. hay que parar. ¡Pero cosas buenas! ¿Sabes?".
OCHO INGRESOS DESDE CURAZAO, SUIZA Y PAÍSES BAJOS
Además de la operación de los 2,2 millones de euros, la UCO apunta operaciones por 1.447.243 en cuentas bancarias cuyo titular es Luis Iglesias entre 2015 y 2017, desde Curazao, territorio autónomo de los Países Bajos y que fue considerado paraíso fiscal; Suiza y Países Bajos --con un total de ocho ingresos--.
También consta la compra de un inmueble en Mahón, por importe de 1,25 millones de euros: 125.000 euros mediante dos transferencias desde una cuenta supuestamente de Alemania y el resto con la entrega de un cheque bancario titularidad de una persona que no parece tener ninguna relación con la compra de la finca y del que no se han encontrado vinculaciones ni intereses económicos con Luis Iglesias.