VALNCIA, 7 May. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Instituto ai2 de la Universitat Politcnica de Valncia (UPV) han desarrollado una nueva prueba de concepto de una arquitectura hardware y software para un autobús autónomo.
Los primeros resultados se presentaron el pasado 25 de abril en Valncia, en el marco de la reunión del proyecto METRÓPOLIS, en el que participan también las universidades politécnicas de Madrid, Catalunya y Cartagena y que está coordinado por Carnet -Future Mobility Research Hub- de Barcelona.
El proyecto, que durará hasta septiembre de 2024 y está ahora a mitad de recorrido, comenzará en aproximadamente mes y medio el caso de uso que tiene previsto desarrollar en el carril bus VAO de Madrid en la A6, que llega hasta el intercambiador de Moncloa, según ha indicado la institución académica en un comunicado.
METRÓPOLIS contempla la instalación de cámaras dentro de los autobuses de ALSA, socio del proyecto, para recoger datos de tráfico de pasajeros y flujos de personas en la dársena del intercambiador. A partir de esos datos, se desarrollarán algoritmos de Inteligencia Artificial (IA) para gestionar mejor esa ruta, el tráfico y la necesidad de más o menos frecuencia de autobuses.
El trabajo de los investigadores del ai2-UPV implicados en el proyecto es exportar la tecnología que desarrollan desde hace más de una década y que ya se utiliza en centenares de satélites, al bus autónomo.
La investigadora principal del proyecto METRÓPOLIS en la UPV, Patricia Balbastre, ha señalado que la idea "es que ese vehículo autónomo funcione con aplicaciones aisladas, al igual que ocurre en los satélites, de manera que se gane en eficiencia y en confidencialidad entre aplicaciones".
REPARTO DE MERCANCÍAS
En esta línea, en unos meses se pondrá en práctica otro caso de uso en Barcelona, en este caso, relacionada con el reparto de mercancías. En ese contexto, el ai2 diseñará la arquitectura software y hardware necesaria para un vehículo autónomo de reparto que pueda acceder al área urbana, descargar y seguir con su ruta.
Balbastre ha indicado que "son pruebas de concepto de posibles casos de uso que podrían darse en un futuro y que, evidentemente, dependen de la adaptación, especialmente la sensorización, de las ciudades".
"No creo que el uso de estos vehículos autónomos sea una realidad inmediata porque necesitan certificarse muy bien para asegurarnos de que no van a fallar en ningún momento", ha manifestado, al tiempo que ha agregado que "en sectores como la aeronáutica o el espacial, es decir, para aviones y satélites, hay ya estándares de certificación muy definidos, pero no para la movilidad en las ciudades, pero precisamente por eso es necesario seguir investigando en esta línea".
El proyecto METRÓPOLIS, que trabaja en todas estas líneas para diseñar las ciudades del futuro, está financiado por la Unión Europea y el Ministerio de Ciencia e Innovación, y permitirá recoger una gran cantidad de datos con el objetivo de tomar decisiones sobre rutas de transporte de mercancías y de pasajeros, buscar soluciones para evitar atascos, y hacer más segura y sostenible la movilidad en las ciudades, en general.
La investigadora ha destacado que el objetivo es "seguir investigando entorno a estas cuestiones de manera que consigamos soluciones integrales". "La idea de arquitecturas particionadas hará posible que el vehículo autónomo no solo permita la conducción sin conductor, sino que pueda incorporar funcionalidades adicionales y aplicaciones aisladas entre sí para, por ejemplo, recoger datos de tráfico", ha concluido.