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Actualizado: lunes, 18 diciembre 2017 15:50

CASTELLÓN 18 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de Instrucción número 4 de Vinaròs (Castellón) está investigando la muerte de un paciente por asfixia tras el olvido de una gasa en la garganta en una operación en el Hospital Comarcal de Vinaròs en el año 2014.

Así consta en la resolución, facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), y dictada por la Audiencia Provincial de Castellón.

En concreto, la Audiencia se ha pronunciado sobre el recurso interpuesto por dos enfermeras contra la decisión del juzgado de investigarles en este asunto junto a otros facultativos. El tribunal ha decidido sobreseer la causa contra una de ellas que no formaba parte del equipo quirúrgico --estaba en tareas de aprendizaje-- y solo intervino en la reanimación fallida del paciente, mientras que mantiene la instrucción sobre la otra facultativa.

El tribunal sostiene, en términos de investigación e indicios, que la intervención realizada en el Hospital de Vinaròs el 27 de enero de 2014 fue hecha "incorrectamente en su conjunto". La causa de la muerte del paciente, dice el informe forense, fue la asfixia mecánica. Prosigue que es atribuible a todo el equipo médico, cirujanos, anestesista y equipos auxiliar sanitario, teniendo en cuenta la jerarquía y categoría profesional de cada uno de los miembros en la graduación atribuida.

Así mismo, un informe forense de 26 de abril de 2017 sostiene que el error en que se incurrió fue "real y vencible", siendo atribuible fundamentalmente a los cirujanos.

La retirada de la gasa, del tamaño de una castaña --según dijo la anestesista-reanimadora que detectó su presencia--, era responsabilidad de los cirujanos otorrinos. Pero el contaje final es responsabilidad de las enfermeras.

Para evitar los riesgos, agrega el tribunal, se realiza una labor "tan sencilla pero tan importante" como es el contaje inicial y final de las gasas, y con toda seguridad de todo el instrumental empleado.

"Podrá ser responsabilidad de un cirujano la retirada del instrumental que va empleando, pero por estar metidos en tareas de evidente meticulosidad, y porque pudiera cometer errores, está la operación final de 'contaje' tendente a evitarlos".

Una interviniente en la operación detalló que una enfermera era la que estaba pendiente de las gasas que iba proporcionando y era la que estaba en la mesa de intervención y más cerca del médico. Y admitió que si un médico cogía una gasa directamente, tenía que cuadrar igual, pues se parte en todo caso y solo del material inicial disponible, y contado.

"En este estado de cosas aparecen indicios suficientes sobre la realidad del olvido de una gasa en la garganta del paciente o más adentro sin haberse detectado", observa el tribunal.

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