El hombre queda investigado en una causa abierta por un delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas
VALÈNCIA, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de Instrucción número 18 de València, en funciones de guardia, ha dejado en libertad, con la obligación de presentarse ante el juzgado cuando sea requerido, al conductor que empotró este domingo su coche en uno de los accesos al metro de Colón y, posteriormente, dio positivo en el control de alcoholemia.
Según han informado a Europa Press fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), el hombre, tras ser detenido este mismo domingo, fue puesto a disposición judicial, donde quedó en libertad e investigado en una causa abierta por un delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas.
El hombre fue detenido por agentes de la Policía Local de València tras empotrar su vehículo en uno de los accesos al metro de Colón en un incidente que tuvo lugar sobre las 7.15 horas.
Una patrulla de Policía que entraba de servicio para el operativo especial del Medio Maratón de València localizó al vehículo empotrado en la entrada secundaria del metro. Los agentes trataron de retirar el vehículo con la grúa del cuerpo policial pero no fue posible. La entrada a la parada de metro quedó anulada hasta su retirada.
Según pudieron saber los agentes, el vehículo circuló varios metros por la acera, perdió el control y se empotró en las escaleras del metro, al conducir su conductor la entrada del metro con la de un aparcamiento subterráneo.
A la llegada de la Policía Local, el conductor estaba en las escaleras conversando con varios trabajadores del metro. Al ver que parecía encontrarse bajo la influencia de alcohol, solicitaron ayuda a una patrulla de Atestados.
Al realizarle la prueba, el conductor dio positivo, con una tasa superior a los 0,66 miligramos por litro de aire espirado, por lo que quedó detenido como presunto autor de un delito contra la seguridad vial y fue puesto a disposición de la Autoridad Judicial en la Inspección Central de Guardia. Luego pasó ante el juez, que acordó su libertad con la obligación de acudir al juzgado cuando sea requerido.