Marzà anuncia un giro de la educación inclusiva: "De la estigmatización a la universalidad"

Cuatro niveles de medidas de apoyo, colaboración de profesionales externos al aula y más formación a docentes son las novedades

VALÈNCIA, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -

Conseguir un "cambio de paradigma para implantar una educación inclusiva que pase de la estigmatización a la universalidad" y que ponga el foco en las "situaciones discapacitantes más que en discapacidades concretas" son los principales objetivos del nuevo decreto de Educación Inclusiva, que aprobará el Consell.

La norma establece, como principales novedades, el establecimiento de cuatro niveles para dar cobertura a todo el alumnado; "pasarelas" para que profesionales externos al mundo educativo, como trabajadores sociales o sanitarios, puedan colaborar con el profesorado; aumentar la formación de los docentes para que puedan detectar las diversas necesidades de los estudiantes y la creación de equipos de orientación especializada, con carácter territorial, que podrán ocuparse de temas como, por ejemplo, el autismo.

Así lo ha asegurado el conseller de Educación, Investigación Cultura y Deporte, Vicent Marzà, quien ha presentado este jueves el proyecto en una rueda de prensa ofrecida junto al secretario autonómico de Educación e Investigación, Miquel Soler; el director general de Política Educativa, Jaume Fullana, y la directora general de Infancia y Adolescencia, Rosa Josefa Mañes. La propuesta de decreto se llevará a las mesas de negociación con los diferentes agentes de la comunidad educativa la próxima semana y la intención es que comience a aplicarse en el próximo curso 2018-2019.

"Planteamos una educación inclusiva integral para todo el alumnado. Por tanto, una inclusión educativa universal. Todas y todos necesitamos una atención específica y un acompañamiento permanente o puntual en algún momento de nuestra vida", ha aseverado el conseller.

Por su parte, el secretario autonómico de Educación e Investigación ha añadido que "la educación inclusiva está adscrita tanto a quien tiene más dificultad de aprendizaje, como a quien tiene más capacidad y motivación de aprendizaje". "Todos tenemos alguna discapacidad", ah dicho gráficamente Soler.

En la misma línea se ha pronunciado Rosa Josefa Mañes, que ha animado a "mirar con otras gafas" para conseguir una educación inclusiva para todos y a sacarla de un ámbito "médico".

Entre las medidas que contempla el futuro decreto figura la de "romper con la departamentalización entre profesionales" y fomentar el trabajo coordinado entre administraciones, con los entornos municipales y los barrios, y con los familias.

Asimismo, se apuesta por cuatro niveles de actuación, los dos primeros corresponden a medidas y apoyos ordinarios y los otros dos a apoyos extraordinarios. En todos los niveles se aplica el Plan de actuación para la mejora (PAM), y en los niveles 3 y 4 también se incluye el Plan de actuación personalizado. El conseller Marzà ha destacado que "el nivel 1 y el nivel 2 de actuación son fundamentales, porque cuanto mejor se apliquen, menos necesidad tendremos de aplicar la resto de niveles".

NIVELES Y MEDIDAS

En concreto, en el nivel 1 se aplican medidas inclusivas a todo el alumnado, de forma universal, atendiendo a la realidad específica de cada centro educativo; el nivel 2 incluye acciones inclusivas puntuales de atención a alumnos concretos, sin necesidad de requerir un diagnóstico; el nivel 3 abarca medidas inclusivas específicas para el alumnado con necesidades de apoyo especializado; y el nivel 4, medidas inclusivas para el alumnado de educación especial o altas capacidades de carácter extraordinario y con respuesta especializada.

Por otro lado, en las figuras de los Servicios Psicopedagógicos Escolares (SPE), los Gabinetes Psicopedagógicos Escolares (GPE) y los Departamentos de Orientación (DO), se introduce la figura de los Equipos de Orientación Especializada (EOE), que complementan la tarea de los anteriores con respecto al trabajo con el alumnado que requiere una atención específica.

Además, los CEE se conciben no solo como espacios para alumnado con necesidades especiales, sino como centros de formación y recursos. "Hay que garantizar al alumnado la transición entre etapas educativas, establecer un vínculo importante entre la etapa educativa y la futura etapa laboral, así como el desarrollo integral de su personalidad", ha explicado el director general de Política Educativa, Jaume Fullana.

También se tiene la previsión de garantizar los recursos educativos inclusivos para todo el alumnado y una formación óptima en materia de inclusión para los equipos directivos, profesorado y profesionales del centros y servicios. En este sentido, también se prevé la creación de bancos de recursos compartidos con otras administraciones y servicios.

Desde la administración autonómica valenciana subrayan que se trata de un transformación total del cambio de paradigma, por lo que este decreto crea un marco para que pueda empezar a ser posible que posteriormente se desarrollará con normativa más concreta. El cambio, así pues, "no se hará de hoy para mañana", reconocen.

SIMPLIFICAR LAS CONVOCATORIAS

El decreto, apuntan, es fruto de una filosofía que pretende que los centros pongan el acento en sus necesidades específicas para poder demandar a la administración lo que realmente precisan. Por este motivo, está en la voluntad de la Conselleria llevar a cabo próximamente una simplificación del número de convocatorias, de manera que el número de profesores generalistas y de especialistas asignados a un colegio o instituto no dependa de unas décimas de diferencia obtenidas en los diferentes procedimientos burocráticos, inciden.

El giro hacia la universalización de la educación inclusiva pretende también que la mayor parte de la atención se realice en la propia aula y centro del alumno y que los casos en los que sea necesario sacarlo sean algo extraordinario.