En el primer trimestre se han producido 1.227 incendios, el doble que en el mismo periodo del año anterior
VALNCIA, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Consorcio de Bomberos de Valencia ha alertado de la "preocupante subida" en el número de avisos por incendios forestales y de vegetación que sitúan el mes de marzo de 2023, con 714 incendios solo en la provincia de Valencia, como "el peor de la última década".
En concreto, se trata del doble respecto a la media para un mes de marzo, que se situaba en 348 incendios, y supone un incremento del 736 por ciento respecto a marzo de 2022, cuando hubieron 97 incendios, según ha detallado el cuerpo provincial en un comunicado.
Unas cifras "de récord" que se trasladan también al conjunto del trimestre, puesto que los 1.227 incendios de enero a marzo del 2023 "son aproximadamente el doble que en el mismo periodo del 2022 y el mismo número que acumulaba el primer trimestre del 2012", el año de los últimos grandes incendios de Cortes de Pallás y Andilla, que arrasaron más de 50.000 hectáreas. También aquel año, las cifras del primer trimestre del año eran "alarmantes", apunta el cuerpo.
El Consorcio de Bomberos de Valencia ha advertido de que detrás del 80% de esta clase de incendios forestales y de vegetación hay "un mal uso" del fuego en terrenos agrícolas y forestales, con situaciones como "quemas agrícolas descontroladas, quemas dentro de parcelas y, en menor medida, actos pirómanos".
Por ello, han pedido a la ciudadanía un "cuidado especial" en el uso del fuego en esta clase de escenarios, puesto que el riesgo de incendios "es muy elevado siempre, pero especialmente este 2023 a causa el estrés hídrico de muchas zonas y la presencia de una gran cantidad de combustible vegetal disponible".
"Cualquier quema en una parcela rural o agrícola puede acabar en un incendio forestal, por eso es importante que los propietarios de las mismas las mantengan limpias y no realicen ningún tipo de negligencia en el uso del fuego", añaden desde el Consorcio.
A lo largo del año, el cuerpo provincial lleva a cabo tareas de prevención a través de sus brigadas forestales, con trabajos silvícolas para limpiar de vegetación el entorno de poblaciones y urbanizaciones próximas a zonas forestales, las llamadas zonas de interfase. Una tarea "muy importante para frenar la continuidad vegetal y reducir el riesgo de incendios forestales".