Los usuarios pierden sobre todo carteras y llaves pero también muletas, placas de rayos X o décimos de Lotería de Navidad
VALÈNCIA, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
El departamento de Clientes y Accesibilidad de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) registró durante el pasado año un total de 4.858 objetos perdidos por los usuarios de Metrovalencia, un 13,3% más que en 2015, lo que supone la cifra más alta de la última década.
Según los datos recabados por la Generalitat, los viajeros olvidan o pierden una media de 13 objetos al día y 405 cada mes. FGV los custodia durante un mes en las estaciones donde se encuentran y un mes más en las instalaciones de València Sud, tras lo que se entregan a la Policía Local de Valencia si sus dueños no han reclamado la pérdida.
La recuperación de un objeto por parte de su dueño durante el periodo que está registrado en FGV se cifra en un 59,3%, y el 40,7% restante es entregado a la Policía Local de Valencia.
Respecto al tiempo que se tarda en recuperar un artículo, varía si el cliente se acuerda o no que lo ha extraviado en el metro o tranvía. Si es así, en "un par de días" lo ha recuperado y, si tiene un valor económico o tecnológico alto (cartera con dinero o un ordenador), se suele retirar en la misma jornada de su pérdida, según la media de FGV del balance del año pasado.
Las estaciones, Centros de Atención del Cliente y 'Punt de Clients' donde se puedan depositar los objetos perdidos son un total de 22 en el conjunto de la red de Metrovalencia. Cualquier objeto hallado en otra dependencia tiene que ser llevado a una de las asignadas (distribuidas por todo el mapa zonal), bien por la persona que lo encuentre o bien por un agente.
Transcurrido un mes, los objetos son recogidos y llevados a una dependencia de València Sud para proceder a intentar localizar al dueño, dar de baja según su estado o bien entregarlo a la Oficina de Objetos Perdidos de Valencia otro mes después.
DOCUMENTOS OFICIALES, CARTERAS Y LLAVES
Los diez tipos de objetos que más aparecen en los metros y tranvías de Valencia y su área metropolitana son, por orden, tarjetas de metro o bus, documentación (DNI, pasaportes, permiso de conducir y tarjeta sanitaria), carteras y monederos, llaves, mochilas, gafas o sus fundas, carpetas, libros, teléfonos móviles y paraguas.
Los documentos oficiales, como los de identificación, son entregados a la oficina de Objetos Perdidos del Ayuntamiento de Valencia en la mayor brevedad para intentar localizar a su propietario. Las tarjetas bancarias son destruidas a fin de no ser manipuladas, evitando riesgos innecesarios.
Para el resto de objetos cuyo propietario se pueda localizar, se realizan seguimientos y pequeñas investigaciones por parte del personal de Atención al Cliente para conseguir entregarlos. Se distinguen también los objetos de valor para darles un trato especial en la cadena de custodia, acompañando de fotografías y utilización de caja fuerte.
El ranking de estaciones donde se concentran más objetos, entre los 22 puntos de recogida existentes, lo encabeza Benimàmet, seguida de Empalme, Xàtiva, Ángel Guimerá, Mislata. Tres de estas seis instalaciones son de habitual trasbordo, bien de metro y tranvía, como en el primer, y segundo caso; bien de metro, como en el tercero.
DENTARURAS, JAULAS DE PÁJAROS Y BILLETES DE AVIÓN
Además de la pérdida de objetos habituales, como los citados anteriormente, llama la atención una serie de artículos que "cuesta creer que los usuarios se olviden", como dentaduras, muletas, jaulas de pájaros, alfombras de dos metros, maletas, dosis de insulina, ordenadores portátiles, billetes de avión o de tren, placas de rayos X, bicicletas, pases de fútbol o baloncesto, partes de bajas e, incluso, décimos de la Lotería de Navidad.
Respecto a la división por épocas, los meses en que más artículos se extravían son noviembre, diciembre y mayo, seguidos de octubre, marzo y febrero. Cuando menos objetos se pierden es en agosto, septiembre y julio, meses en que existen más periodos vacacionales entre los trabajadores y estudiantes y el número de clientes de FGV se reduce respecto al resto del año.
En diciembre y enero, el personal de FGV encuentra más tarjetas de crédito por las compras de Navidad; en marzo, por las Fallas, cualquier tipo de objeto; en mayo, con la llegada del buen tiempo, las gafas de sol son habituales en los asientos vacíos, y, en octubre, cuando el mal tiempo hace su aparición, los paraguas tienen que ser retirados asiduamente.