El padre Ángel pide aprender de las lecciones de la pandemia: "A veces las jerarquías hay que dejarlas para el sobre"

Puig defiende la "urgencia" de abordar la justicia social "desde la política": "No puede haber una sociedad decente sin ella"

VALNCIA, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -

El fundador de Mensajeros por la Paz, el padre Ángel, ha pedido aprender de las lecciones que ha dejado la pandemia de coronavirus en los últimos dos años, en un siglo que además ha mostrado que "todos somos iguales", y ha defendido que, "a veces, las jerarquías hay que dejarlas para el sobre".

El padre Ángel ha participado este lunes en un nuevo encuentro de 'Dilegs al Palau', junto al 'president' de la Generalitat, Ximo Puig, en el que ha invitado a la sociedad a "ponerse en el lugar del otro" y ha realizado un alegato por la igualdad entre hombres y mujeres.

En su intervención, ha señalado que la pandemia "nos ha enseñado que nos creíamos semidioses" y ha recordado momentos del confinamiento más estricto, cuando "veíamos esas escenas de aplausos".

En esta línea, ha remarcado la importancia de "ser conscientes del mundo que vamos a dejar", siempre siendo "mejores personas", algo que "llevamos dentro", y ha incidido en que para serlo "no hace falta ser cura o ser una ONG, sino ser persona".

Paralelamente, ha pedido "quererse más" a la sociedad, a la que ha animado a "escuchar a la gente", aquella que está "cansada de que les hablemos". "Vale más poner el oído que poner la boca", ha asegurado.

El padre Ángel ha invitado al mismo tiempo a "luchar" para "no olvidar la pobreza" y ha alertado de aquellas personas que "niegan que la hubiera". "No nos morimos de hambre pero sí de desidia", ha considerado, al tiempo que ha abogado por "compartir la vida".

Sobre este asunto, ha incidido en la situación en particular de las personas sin techo y en situación de sin hogar, un escenario que "impresiona", y ha interpelado al público presente: "Pueden ser pobres, pero nunca perder la dignidad".

También ha realizado un alegato por la igualdad entre hombres y mujeres en la sociedad, la política o la propia Iglesia, aunque en este último caso ha lamentado que "todavía no hemos conseguido" que las mujeres puedan acceder al cargo de sacerdote u obispo, pero ha señalado que "sí están en algunos puestos de mando".

Sobre la gestión política, ha aplaudido medidas como la subida del salario mínimo, en una sociedad en la que uno de sus principales "pecados" es que exista "tanta" juventud que "no haya conseguido ni su primer trabajo". Por ello, ha pedido "esfuerzo", en especial a los poderes públicos. "A veces la gente no los entiende, pero casi es mejor", ha bromeado.

"URGENCIA" POR APOSTAR POR LA JUSTICIA SOCIAL

Por su parte, el 'president' de la Generalitat, Ximo Puig, ha defendido la justicia social como herramienta que "forma parte de la decencia de una sociedad" y como "pilar básico" de la misma, puesto que "no puede haber una" sin ella, y ha precisado que, aunque "puede haber muchas miradas" sobre ella, "debe haberlas" porque el mundo "es muy diverso". "Las distintas maneras de pensar son las que ayudan a cambiar el mundo", ha apostillado.

Puig ha incidido en que abordar la justicia social desde la política es "una urgencia" y, en la línea de lo manifestado por el padre Ángel en cuanto a las jerarquías, ha considerado que algunas de las mismas "forman parte de nuestro pasado".

"Afortunadamente, el paradigma ha cambiado y hay una necesidad de que cada vez haya más participación y capacidad de decisión y somos conscientes de que no puede haber una sociedad decente sin justicia social", ha remarcado.

El jefe del Consell ha abogado por buscar "posiciones diferentes" en las que "no haya maniqueísmos ni blancos o negros". "En la vida hay personas que tienen unas convicciones, pero está constatado que el paraíso en la tierra no existe", ha recalcado, al tiempo que ha considerado que "nadie va a conseguir una sociedad en la que se superen todas las desigualdades", aunque "tenemos que aspirar a eso".

Puig ha subrayado, por otro lado, el carácter solidario de la sociedad valenciana, y ha asegurado que así lo demuestra el hecho de que, en el peor año de la pandemia, la red de voluntariado universitario valenciano creciera un 82%, así como que en 2021 la donación de órganos creciera un 30%.

Finalmente, ha reivindicado una sociedad "con la mayor libertad e igualdad posible, sabiendo que siempre quedará un largo camino por recorrer, pero de eso se trata".