VALÈNCIA, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
Activistas han organizado este jueves una performance, han desplegado un títere gigante y han "bautizado" a una mascota para impedir el desahucio de una vivienda en el edificio 'Caixers 2' en València, okupada por dos chicas jóvenes, una de ellas con un informe de vulnerabilidad y la otra de baja por accidente laboral, que finalmente se ha aplazado hasta el próximo 14 de mayo "gracias a la presión vecinal", según ha señalado a Europa Press el portavoz de la comunidad 'Okupa de Caixers', Esteban Arellano.
El juzgado de Primera Instancia número 5 de València había ordenado ejecutar este jueves 11 a las 9.15 horas el desalojo de la vivienda número 2 situada en finca, ubicada junto al Mercado Central, pero a las 9.45 los abogados han confirmado que se paralizaba el desahucio, sin que se haya registrado ningún incidente.
Unos 120 activistas se habían congregado desde primera hora de la mañana a la espera de la comitiva y han realizado una 'performance' y leído un manifiesto en defensa del derecho a la vivienda y contra "las dinámicas capitalistas de la gentrificación y la turistificación del barrio que amenaza con expulsar a los vecinos de sus casas", ha señalado.
Asimismo, han desplegado en la fachada del inmueble un títere gigante y han "bautizado" a la mascota de la campaña 'Seguirem Okupant', una rata rosa, "una iniciativa de denuncia política de estos procesos capitalistas, que lo único que hacen es que suban los precios de los alquileres hasta imposibilitar a los jóvenes poder acceder a una vivienda", ha criticado.
Al respecto, ha señalado que están en comunicación con Servicios Sociales para conseguir una alternativa habitacional, aunque solo "ofrecen como solución albergues temporales".
Arellano ha señalado que este edificio de finales del siglo XIX fue adquirido en 2019 por un fondo de inversión que denuncia que "expulsó a la mayoría de las vecinas con prácticas de extorsión y mobbing inmobiliario".
Actualmente, ha explicado, solo hay dos viviendas con residentes: una de ellas la familia de una inquilina que tenía un alquiler de renta antigua y que tras fallecer está buscando alojamiento a través de Servicios Sociales al no poder afrontar el nuevo importe del alquiler y la otra con personas que afirma que están "vinculadas al fondo buitre".
El resto de las seis viviendas han sido okupadas durante estos dos años y medio con la colaboración de los colectivos 'Veïnat en perill d'extinció' y 'Entre barris' junto al bajo comercial, que se ha reconvertido en un centro 'Ca la Caixeta', "autogestionado y anarquista, abierto al barrio para defender la poca vida que aún queda y a otros proyectos de la ciudad de València para defender esta lucha".