VALENCIA 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía de Valencia pide una pena de cinco años de cárcel para un hombre, policía local de la localidad valenciana de Alcàsser, acusado de golpear con su porra al empleado de una gasolinera por negarse a incluir la bebida que se había tomado en la factura del lavado del vehículo policial.
El fiscal acusa a este hombre de un delito de lesiones con la circunstancia agravante de abuso de cargo público, y además de la pena de prisión solicita la misma condena de inhabilitación para empleo o cargo público. Así mismo, en esta causa, el representante del ministerio fiscal acusa al gasolinero de una falta de lesiones, pero pide su absolución al aplicarle la eximente completa de legítima defensa.
Tanto el policía como el gasolinero se han sentado este jueves en el banquillo de los acusados --el último a petición del agente-- en una vista celebrada en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Valencia. El agente ha negado que intentara pasar el gasto de su refresco con la factura del lavado del coche y ha agregado que fue el empleado del establecimiento el que se alteró y le insultó cuando entró a pagar.
Los hechos se remontan al 16 de mayo de 2011, en una gasolinera de Alcàsser. El agente, que en ese momento se encontraba de servicio, se acercó a la tienda de la gasolinera y pidió a uno de los empleados que le diera una bebida (Redbull). Luego le solicitó que lo apuntase en la factura del lavado del vehículo policial, según mantiene el fiscal en su escrito de calificación.
El trabajador le indicó que eso no podía hacerlo y le pidió que le abonase la bebida en ese momento. Como consecuencia, el agente le indicó al empleado frases como: "eres tú un poco tonto, un payaso, que eres muy valiente", y le pidió el DNI para identificarle.
El empleado, al girarse para coger la documentación que tenía en la vitrina detrás del mostrador, recibió un puñetazo por parte del agente, con lo que cayó al suelo. Seguidamente, el agente pasó a la parte posterior del mostrador y allí se abalanzó sobre el gasolinero.
Éste, actuando en defensa propia, intentó quitárselo de encima con la finalidad de huir, con lo que le empujó y ambos cayeron al suelo. En ese momento, el agente --según el mismo relato fiscal-- le cogió por el cuello, le inmovilizó, y el empleado le dio un puñetazo en el ojo izquierdo en defensa propia. En ese instante entró en la tienda otro empleado que trató de separarlos.
Una vez separados, el policía desenfundó su arma reglamentaria, al menos en dos ocasiones, por lo que el gasolinero salió de la tienda perseguido por el agente, que le dio un golpe en la parte posterior de la cabeza con una porra extensible, siendo finalmente detenido.
Como consecuencia de los hechos, el empleado sufrió diversos hematomas y hemorragias, por las que precisó 10 días de curación, de los que tres de ellos estuvo impedido para el desempeño de sus ocupaciones habituales. Le ha quedado como secuela discreta dificultad respiratoria nasal postfractura. El fiscal también solicita que el policía indemnice a la víctima con 390 euros por las lesiones, y 3.000 euros por la secuela.