Advierte de que la subida de temperaturas es "un enemigo" para el sector porque "una sola noche cálida puede arruinar toda la cosecha"
VALÈNCIA, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Junta Rectora de la Albufera de València, Carles Sanchis, ha destacado este jueves los instrumentos que ha puesto la UE para hacer frente a los problemas estructrales que sufre el lago, entre los que ha destacado: "Si no fuera por la ayudas de la PAC, haríamos paella con arroz asiático".
Sanhis ha realizado estas declaraciones durante el encuentro informativo 'El Futuro está en tus manos: Transición Ecológica, un reto de todos', celebrado este jueves con motivo de la Conferencia sobre el Futuro de Europa (CoFoE) y organizado por Europa Press en colaboración con el Parlamento Europeo, en el que también han participado la Consellera de Agricultura, Mireia Mollà, y la eurodiputada María Eugenia Rodríguez Palop.
En ese sentido, ha destacado que la PAC (Política Agraria Común) ha contribuido a "diluir" la "animadversión" que tenía el sector agrario inicial al parque y que sin ella los arroceros "no pueden sobrevivir". Además, ha contribuido a que los arroceros perciban el medio ambiente como "una cuestión muy positiva y con beneficio directo".
Asimsimo, ha resaltado que la Directiva Marco Europea del Agua (DMA) dio "un cambio radical" al modelo de gestión de agua y puso una presión "asfixiante" a los Estados que, como España, iban rezagados, como "hacen los buenos entrenadores para sacar lo mejor de sus jugadores". De este modo, se ha conseguido "dar la vuelta a la tortilla" y ha pasado de ser un ecosistema que "se alimenta de lo que sobraba, a ser reconocida y que puede asegurar sus dotaciones para garantizar su supervivencia".
SELLADO DEFINITIVO
El tercer elemento son los planes y fondos de recuperación y, sobre todo, para el sellado definitivo de los contaminantes. "Es un momento histórico porque tenemos una especie de alineación astral que puede permitir que, teniendo los planes, los presupuestos y el consenso entre los usuarios, se produzca el sellado definitivo en la contaminación".
Sanchis ha explicado que los tres problemas estructurales de la Albufera son por la calidad de las aguas, la cantidad de recursos que le llegan y la gobernanza del lago.
Así, desde 1974 el lago está en un estado eutrófico por los vertidos aguas de residuales del cinturón urbano de Valéncia, que le ha llevado a "una situación crítica". "Me preguntaban si puede pasar lo mismo que al Mar Menor cuando eso ya pasó hace 50 años y no se ha conseguido revertir por completo esta situación", ha señalado. No obstante, ha mostrado su esperanza ya que hay "proyectos sobre la mesa que están a punto ejecutarse y que pueden dar una solución casi definitiva".
Asimismo, el ecosistema se ve condicionado por la cantidad de recursos que le llegan y la reducción de los caudales que entran hace que la renovación de las aguas se produzca con menos frecuencia y, por tanto, se mantenga esta situación de eutrofización y que tampoco hay agua suficiente para la inundación invernal de la marjal, que es "clave" para sostener el ecosistema. "Esto nos lleva a una situación crítica, que lleva a plantear unas asignaciones fijas", ha señalado.
Por último, ha apuntado la gobernanza porque la forma en la que se creó el parque ha llevado a "una situación de conflicto y mala relación enquistada entre usuarios y conservacionistas". Sin embargo, "poco a poco" la Junta Rectora van tejiendo nuevas alianzas y este tercer problema también está "mejorando".
RESTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO
Por último, se ha referido a los cuatro retos a los que se enfrente el lago por el cambio climático. El primero, la subida del nivel marino que provoca una erosión en todo su frente costero agravado por el efecto barrera que ha generado el puerto de València, lo que va a "desestabilizar el ecosistema litoral y dunar".
Además, el incremento de las temperaturas "afectará no solo al ecosistema sino también al arroz" ya que "las noches cálidas son uno de los principales enemigos" de este cultivo porque se reproduce la Pyricularia y en una sola noche un agricultor puede perder toda la cosecha por este hongo". Por último, ha advertido de los efectos de la reducción de las lluvias en la cabecera del Júcar y en la torrencialidad en la zona costera y la erosión que causará en las islas del humedal.
Por tanto, la conjunción de la subida del nivel marino, las altas temperaturas y la falta de recurso hídricos de agua dulce "puede contribuir a que evolucione a un estado salobre como el que tuvo en el pasado", ha advertido.
"Es un desafío enorme para la conservación del ecosistema y del sociosistema tal y como lo conocemos y exige que desde ya que se tenga una monoritación para tener datos que, llegado el momento, permita determinar cómo cambiar el sistema y regular los usos agrícolas y turísticos de este espacio", ha apostillado.