VALENCIA 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
El recorte de las terrazas y cerramentos en 14 chiringuitos ubicados en la playa de la Malva-rosa (Valencia) obligará a despedir a unos 70 trabajadores, es decir, al 50 por ciento del personal de estos establecimientos, según ha indicado la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, en declaraciones a los medios de comunicación.
Barberá ha explicado que esta situación, producida tras la "imposición" de Costas, surge tras la eliminación de los módulos anexos de estos establecimientos --quienes tenían hasta mediados de este mes para el desmontaje-- para adecuarlos a la normativa. Esto supone la reducción de 1.400 metros cuadrados (m2) de oferta turística y gastronómica, ha lamentado.
Por este desmontaje, según ha señalado la primera edil, los establecimientos tendrán que pagar unos 30.000 euros, en un momento "ideal" desde el punto de vista económico, ha ironizado, en el que "cada autónomo no es magnate de la hostelería". "Al Gobierno --ha añadido al respecto-- parece que le guste la destrucción permanente".
Así mismo, otra consecuencia de esta nueva situación es que mientras que hasta la fecha, el número de comensales por fin de semana entre los 14 locales ascendía a unos 8.000, esta cifra se reducirá en la actualidad a 2.030, puesto que hay 25 mesas menos por establecimiento.
Sumadas estas cifras, unos 400.000 comensales no podrán ir a estos chiringuitos cada año, "porque no hay espacio ni mesas", ha puntualizado la primera edil. Y, además, no podrán atender a determinadas peticiones extraordinarias como comuniones o bautizos.
Al descender el número de mesas y de trabajo, los establecimientos también se verán obligados a despedir a entre cuatro o cinco personas de media, es decir, que unos 70 trabajadores "van a incrementar las listas del paro", ha lamentado Barberá, lo que representa el 50 por ciento del personal. Junto a ello, también se reducirán las compras a proveedores en un 60 por ciento, "lo que supone un efecto colateral muy importante", ha destacado.
Ante esta situación, desde el consistorio valenciano seguirán trabajando "al lado" de los chiringuitos, ha avanzado Barberá, quien ha asegurado sentir "pena" y "rabia" por esta situación. "¿Qué han conseguido?, ¿qué han ganado?", se ha preguntado. A su juicio, "lo único que han conseguido es atemorizar a 14 establecimientos con la amenaza de quitar la concesión sino atendían a su capricho; porque no ha cambiado la ley, y ésta admitía una excepcionalidad, y es la misma", ha incidido.