El sirio que entregó a Benavent los papeles que originaron Erial mantiene que los halló en casa de Zaplana

El expresidente de la Generalitat y exministro, Eduardo Zaplana, a su llegada a juzgados en imagen de archivo
El expresidente de la Generalitat y exministro, Eduardo Zaplana, a su llegada a juzgados en imagen de archivo - Rober Solsona - Europa Press
Actualizado: miércoles, 8 mayo 2024 13:54

  

El interventor cuestionó el criterio económico en las ITV y le apartaron dos horas antes de hacerse la propuesta de adjudicación

VALÈNCIA, 8 (EUROPA PRESS)

Imad, el ciudadano de nacionalidad siria que entregó al exgerente de Imelsa Marcos Benavent, autodenominado 'yonki del dinero', los papeles que originaron el conocido como caso Erial ha mantenido en la Audiencia de Valencia que los encontró en la vivienda en la que residió hasta 2006 el expresidente de la Generalitat Valenciana y exministro de Trabajo con el PP Eduardo Zaplana. Estos documentos se conocen en la causa como los 'papeles del sirio' y se han calificado como una "hoja de ruta" del caso.

El testigo se ha pronunciado así en el juicio que se sigue contra Zaplana y otras 14 personas más por el caso Erial, procedimiento en el que se ha investigado el supuesto cobro de más de 10 millones de euros en comisiones derivadas de concesiones de ITV y parques eólicos de la Comunitat Valenciana. El fraude está cuantificado en más de 20 millones de euros.

El testigo que ya prestó declaración ante la jueza instructora del procedimiento en mayo de 2018, ha explicado que alquiló en el año 2008 una vivienda en la Plaza Legión Española --que había pertenecido hasta 2006 a Zaplana y su mujer-- y estuvo allí hasta verano de 2015.

Ha indicado que al entrar a la casa se llevó sus muebles pero no realizó ninguna reforma porque "estaba para entrar a vivir". Transcurrido el tiempo, aproximadamente un año, halló unos papeles al lado de una caja fuerte en la habitación principal. En concreto, se encontraban detrás de la puerta, en una esquina, tras otra puerta pequeña. Ha señalado que los papeles estaban doblados pero no recuerda si se hallaban en el interior de un sobre.

El testigo ha explicado que observó que los documentos presentaban tachaduras y aludían a unos parques eólicos. "Me parecía que era algo importante y por eso llevaba tachaduras y se guardaban al lado de la caja fuerte", ha indicado.

Por este motivo, los cogió y se los enseñó a Benavent, a quien conocía "de algunos actos". "Yo era responsable de la comunidad árabe en València y acudía a actos que hacía la Administración de la Generalitat y también en la ciudad y coincidía a veces con él", ha señalado.

"Se los enseñé a él para saber su opinión y me dijo que podían ser falsos, le quitó importancia al asunto y se los quedó. Y así se quedó la cosa. No sé si eran una fotocopia o los papeles originales", ha señalado. "Yo en ese momento no sabía la casa a quién había pertenecido, me lo comentaron luego", ha añadido.

Ha indicado que transcurridos unos años, en 2016, le llamó Benavent y le pidió los papeles originales que había hallado en el piso. "Acudí a verle a la Puerta del Mar, en la Plaza Tetuán, y él me habló de más documentos. Yo le dije que desconocía de lo que me hablaba y que lo que había encontrado en la vivienda era lo que ya le había dado en su momento", ha aseverado.

Preguntado por el motivo por el que no llevó los papeles a la Policía o se los entregó al exdirector de Policía Juan Cotino, a quien también conocía "de los actos" públicos, ha dicho que porque se los enseñó a Benavent y "se quedó así", ha agregado.

También ha reconocido que tenía relación con la Policía porque, en ocasiones, los agentes les hacían "visitas" para preguntar si veían "algo raro o si pasaba algo porque había habido muchos acontecimientos dramáticos". Interpelado por si las visitas se justificaban en la radicalización de su comunidad, ha dicho que "no". "Eran visitas normales y corrientes", ha añadido.

INTERVENTOR, DOS HORAS ANTES

En la sesión de este miércoles también ha declarado como testigo un funcionario de la Generalitat, interventor de la Conselleria de Industria durante el proceso de licitación de las ITV. Ha señalado que lanzó una advertencia como consecuencia de la existencia en los pliegos de una cláusula relativa a la oferta económica.

En este sentido, ha explicado que las ofertas estaban limitadas a un incremento del 25% sobre el precio inicial y, de esta manera, todas las ofertas presentadas incrementaron un 25% el precio, con lo que se eliminaba el criterio económico, el más objetivo. Este hecho, ha dicho, podía perjudicar a los intereses de la Generalitat.

El testigo, quien ha puntualizado que "nunca" vio ninguna justificación ni informes que justificaran la privatización de las ITV, ha añadido que pese a su advertencia del criterio del precio, "no lo modificaron y lo dejaron como estaba".

Además, el testigo ha indicado que estuvo en todas las mesas del proceso de licitación hasta el momento en que iban a comenzar la preparación de la propuesta de la Mesa al conseller para proceder a la adjudicación.

"Cuando íbamos a comenzar esto, dos horas antes llegó el interventor de la Intervención General y me dijo que ya no era interventor de la Conselleria de Industria y que estaba a disposición de la Intervención y ya está. Le expliqué en ese momento que había dos temas en los que se tenía fijar: los criterios valorados y el relativo al precio, ya que había una empresa que había puesto más dinero. Yo ya no podía hacer más", ha añadido.

"TESTAFERRO, ES LO QUE PARECÍA"

Por otra parte, el arquitecto Joaquín Torres también ha comparecido, como testigo, en el juicio por Erial, al ser contratado por el empresario Luis García Cereceda para el desarrollo de proyectos en la lujosa urbanización La Finca, de Pozuelo de Alarcón (Madrid), donde la UCO apunta a que se produjo una dudosa operación con la sociedad Costera del Glorio, tras la que los investigadores consideran que se encontraba Zaplana.

"He pasado penuria, acoso, me han espiado y chantajeado y estoy completamente atemorizado", ha comenzado su intervención para agregar, a preguntas del fiscal, que Zaplana, a quien conocía con anterioridad, quería una vivienda en La Finca. "Luego todo se trató a través de secretarios, empleados de Zaplana, intermediarios o amigos", ha dicho.

Preguntado por si trataba con su "testaferro", tal y como manifestó en instrucción, ha señalado: "No sé cómo lo califiqué entonces. Si lo dije así en su día, así es, quien llevase los negocios. No me pudo decir Zaplana la palabra testaferro y yo lo diría como vocazas que soy pero no tengo ni idea. Es lo que parecía", ha agregado.

Preguntado por si enseñaba a Zaplana los proyectos y reformas que se querían hacer, ha dicho que "no". "A sus empleados, a la persona que designó. A veces venía Joaquín Barceló y otras veces más personas que preguntaban por temas financieros", ha apostillado.

Ha indicado que Cereceda le dijo que Zaplana finalmente sí adquirió una de las viviendas y cree que luego se la recompró una inmobiliaria, lo que en instrucción calificó como algo especulativo y hoy ha reafirmado al revenderse el bien sin practicarle ningún cambio. Además, ha afirmado que Cereceda le dijo que no facturase a Zaplana sino a otra sociedad: "Esto era algo muy habitual", ha apostillado.

Por otro lado, esta jornada también ha testificado un chófer que tuvo Zaplana durante su etapa en Telefónica, quien ha indicado que tenía un contrato con la empresa, que era la que le pagaba. "Nunca me ha pagada Zaplana, sino la empresa", ha dicho, al tiempo que ha agregado que ha llevado al 'expresident' a un piso en Núñez de Balboa de Madrid y entraban por el garaje "normalmente".

Por último, ha comparecido ante el tribunal un abogado que participó en la codefensa de Benavent en el caso Imelsa, junto a Ramiro Blasco, y ha dicho que estuvo presente en el registro que hizo la Guardia Civil en el domicilio de Benavent. "Todo se desarrolló con normalidad y fue un registro bastante cordial", ha señalado.

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