VALÈNCIA, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
Trabajadores y empresarios del Polígono Industrial L'Oliveral de Riba-roja del Túria (Valencia) afectados por la DANA aseguran que tardarán entre tres o cuatro semanas en volver a producir y explican que ya están llegando las labores de limpieza de la UME.
Dos trabajadores de la empresa General Pumps han explicado, en declaraciones a Europa Press Televisión, que estos días han contado con la ayuda de otros empleados y amigos para poder ir limpiando las instalaciones y las calles del polígono pero han subrayado que, en su caso, necesitan maquinaria más pesada que ahora mismo "es imposible de conseguir".
"Nos han dicho que hoy es el primer día que han empezado a limpiar las calles del polígono pero todavía no están limpias, al menos la nuestra. Es cierto que todas las naves ya están sacando su propio lodo y eso se está empantanado, por lo que necesitamos que nos den una mano drenando", ha comentado uno de estos empleados quien lamenta que los daños por este temporal han sido "muy grandes".
No obstante, entienden que antes de ir a las zonas industriales los efectivos de la UME hayan asistido en un primer lugar a las zonas más afectadas donde están las familias. "Cuando llegue llegará, pero estamos muy contentos porque ya estamos viendo que empieza a llegar la ayuda de la UME".
"UNA PELÍCULA DE TERROR"
Muchos de estos trabajadores recuerdan que la tarde y noche del martes pasado fue como una "película de terror" donde algunos de ellos se quedaron atrapados en las naves del polígono o en sus propios vehículos.
Es el caso de Arturo Gutiérrez, de la empresa CRL Logística, quien ha detallado que, tras pasar por Chiva a las 14.00 horas, se percató de que el polígono ya estaba colapsado de coches y camiones. "Llegó un momento que ya ni podía ir ni para adelante ni para atrás. A las seis, cuando vino la riada, ahí perdí la noción del tiempo. Empezó a venir una marea de agua, con coches flotando", ha narrado.
"Abrí la ventanilla, salté y me subí a una tapia aunque tuve que saltar a otra tapia, metro y medio más alta, porque me estaba llegando el agua a los pies pero yo veía que seguía subiendo", ha explicado Gutiérrez quien ha indicado que fueron las personas que estaban en un bar quienes avisaron de que estaba allí.
Segundos después, un guardia civil, un bombero y otra persona, los tres cogidos de los brazos y caminando con el agua por el pecho, le ayudaron a bajar de la tapia y le acompañaron hasta un edifico donde pasaron toda la noche y recuerda que al día siguiente el camino todavía seguía bloqueado.
"Esto-- el polígono-- está maravilloso hoy comparado con el jueves aunque aquí hay más trabajo todavía para retirar los coches", ha comentado este conductor autónomo, quien lamenta los daños de su medio de trabajo: "Está destrozado".