ALICANTE, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
Dos artículos recientemente publicados por investigadores de la Universidad de Alicante (UA) en revistas de "alto impacto" internacional demuestran que las técnicas agrarias intensivas utilizadas en la montaña alicantina, atribuidas a la población medieval islámica, son mil años más antiguas de lo que se suponía, por lo que tienen 2.000 años de antigüedad.
Estas actividades, como son la irrigación, el abonado o los abancalamientos se iniciaron a fines de la Edad del Hierro, hacia el 100 a C., y se han mantenido a través del tiempo y las culturas, "mostrándose tremendamente sostenibles ambiental y socialmente", ha explicado el catedrático de Arqueología de la UA Ignasi Grau, uno de los coordinadores de la investigación junto a la profesora Julia Sarabia, del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico de la UA.
En concreto, los artículos publicados son, por una parte, 'Archaeological landscapes and long-term settlements in the Perputxent valley (eastern Iberia): Exploring land use strategies and sustainability in a Mediterranean mountain área', publicado por The Holocene; y por otra, 'Roman farmers in eastern Iberia: A spatial, geoarchaeological and bioarchaeological approach to agrarian strategies', publicado en Quaternary International, según ha indicado la institución académica en un comunicado.
Los estudios, que analizan la actividad agraria y el poblamiento rural de fines de la Edad del Hierro y época romana, se han basado en técnicas múltiples, como análisis arqueológico, teledetección, análisis geoquímicos, arqueométricos o de micromorfología de suelos.
Con ellas se han caracterizado zonas de huertas en la Vall de Perputxent y bancales en Banyeres de Mariola, unas investigaciones en las que han participado especialistas de las Universidades de Jaén, Burgos, Valencia, el CSIC o la Sociedad Aranzadi de Euskadi y que han contado con la financiación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y la Conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo-GVA.
Grau ha señalado que el mosaico agroforestal que conforma el paisaje de las comarcas alicantinas, en el que se combinan los cultivos y los huertos con las zonas boscosas, "ya era así hace más de 2.000 años".
"Lo que vemos ahora es la suma del trabajo de muchas generaciones de personas que han estado haciendo lo mismo durante siglos. Hemos creado una agricultura sostenible a costa de mucho esfuerzo, que empezó a perderse a partir de los años 60 cuando se abandonó el cultivo tradicional", ha explicado el profesor.
Asimismo, el catedrático ha considerado que la falta de estudios arqueológicos sobre la vida rural sigue siendo "una de las grandes asignaturas pendientes" de los investigadores, ya que a su juicio "se ha puesto mucho interés en saber qué se hacía en las urbes, pero se desconoce cómo era la vida en el campo cuando, en realidad, el 95 por ciento de la población habitaba en ese entorno".