VALÈNCIA 13 May. (EUROPA PRESS) -
La dirección de la Universitat de València (UV) mantendrá el lunes una reunión con mediadores para abordar la situación del Colegio Mayor Luis Vives de València, que se encuentra okupado desde el 1 mayo y asaltado por decenas de personas este pasado viernes.
Fuentes de la institución universitaria han reiterado a Europa Press su llamamiento al "diálogo pacífico" con los okupas y han recalcado que la Universitat mantiene en el centro "un discreto dispositivo de vigilancia privada, nada más", sin intervención policial.
En cualquier caso, desde la UV subrayan que el Colegio está "totalmente controlado por las personas que lo están okupando" y que no se han registrado enfrentamientos durante el asalto de la pasado jornada.
Para solventar esta situación, la Universitat mantendrá un encuentro el próximo lunes 15 de mayo con integrantes de la Federación Valenciana de Mediadores y mediadores propuestos por los propios okupas. La reunión, programada antes del último asalto, está prevista a las 12 horas y será dirigida por el gerente de la UV, Joan Oltra.
"Queremos resolver esto con diálogo y pacíficamente", señalan desde la institución, aunque no aseguran su plena confianza en cerrar un acuerdo con los okupas.
A ellos les ha vuelto a instar a abandonar el edificio porque "está en condiciones que no permiten estar allí", por su estado de abandono, pero "que lo hagan pacíficamente".
DOS SEMANAS OKUPADO
La okupación del colegio mayor --cerrado desde 2012 y para el que se estudian posibilidades de rehabilitación-- se produjo el 1 de mayo, cuando un grupo, tras forzar la entrada que da a la calle y la del edificio, entró y colgó una pancarta en la fachada con el lema 'La Ingovernable. Espai alliberat'.
El pasado miércoles se produjo un nuevo episodio, cuando alrededor de 40 personas traspasaron la valla y una decena de ellas consiguió introducirse en el interior del inmueble para relevar a los dos okupas que permanecían dentro.
Y este viernes entró un grupo aún más numeroso y pasó a controlar el edificio, tras superar la barrera de una veintena de vigilantes y una valla instalada por la propia Universitat. En redes sociales, el colectivo colgó un mensaje en el que informa de que el espacio "ha abierto sus puertas" y hay "libre y entrada y salida".