VALÈNCIA 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
La conmemoración del 9 d'Octubre, Dia de la Comunitat, ensalza la figura del rey Jaume I, quien entró en la ciudad en 1238. Menos conocido es el papel que jugó en la conquista del 'cap i casal' su esposa Violante de Hungría, una reina de fuerte carácter que se mantuvo al lado del monarca en el asedio e incursiones para reconquistar este enclave.
Jaume I se casó con Violante de Hungría unos años antes de atacar València tras haberse separado de Leonor de Castilla, con la que tuvo un hijo, alegando que eran parientes cercanos y se habían casado sin dispensa, si bien respetó los derechos a la sucesión de Alfonso, hijo de ambos.
El joven monarca recurrió a la ayuda papal para buscar mujer y la escogida fue Violante de Hungría, hija del rey Andrés II y de Violante de Courtney, hija del emperador de Constantinopla.
Violante, que rápidamente se adapta a las nuevas costumbres mediterráneas y a sus obligaciones, fue una reina con carácter, que peleó en todo momento por repartir entre sus hijos las conquistas de Jaume I y que estuvo al lado de su rey y esposo en las incursiones y asedio a Valencia, donde se convierte en testigo de la negociación para la rendición de la ciudad. Tuvo, además, que mediar en los conflictos que se generaron entre su yerno, Alfonso X el Sabio, y su marido.
En todas las campañas el rey tuvo casi siempre la reina a su lado. Cuando los soldados cristianos tenían la moral por los suelos, a causa de la férrea resistencia de los árabes, la reina Violante aparecía en el campo de batalla a caballo, para animar a las fuerzas cristianas como relata Juan Manuel Fernández en su libro 'Jaime I y Violante de Hungría'.
Violante amaba hablar con los soldados, compartir comida con ellos y tampoco le molestaba dormir bajo una tienda o realizar largos recorridos a caballo, demostrando así de no ser una reina palaciega y
en ausencia de su esposo desarrolló a menudo actividades políticas. En compañía de su marido recibió fastuosamente al rey moro de Valencia para firmar la rendición.
La reina cuidaba de su familia lo exigían las circunstancias, como cuando el infante Fernando enfermó y ella no se apartó de su cabecera ni para dormir, con grave riesgo de su salud.
CONSEJERA INTELIGENTE
Violante fue una mujer de gran inteligencia e influyó mucho en el ánimo del rey, actuando como consejera inteligente y una excelente compañera en la paz y en la guerra, según se relata en la Biografía escrita por José Hinojosa Montalvo, catedrático de Historia Medieval en la Universidad de Alicante
Acompañó a Jaume a menudo en la conquista de las tierras valencianas, reflejando la Crónica real las muestras de cariño hacia su esposa, como cuando la llama para que vaya a Almenara y tras recibirla dice: "e nós e ella entram alegrament dins lo castell e ab gran alegría menjam".
Aconsejó al Rey sobre la entrega de la ciudad de Valencia, estando en las negociaciones, y a ella se deben en gran parte las paces firmadas el 26 de marzo de 1244 en el Tratado de Almizrra (Camp de Mirra) entre Jaime I y el príncipe Alfonso de Castilla.
El cronista Desclot dice de ella que fue "molt bella dona, e agradable a Dèu e a son poble". De "princesa de bella presencia y de alto espíritu" la calificó Ferrán Soldevila basándose en el amor que por ella sintió el Rey de Aragón, aunque el propio autor reconoce que no ha llegado ni el más pequeño indicio de su apariencia física. Su nombre era Ioles o Iolanda, asimilada luego a Violante, que es como ha pasado a la historia
Falleció en Huesca en el año 1251 y fue enterrada en el monasterio cisterciense de Vallbona (Tarragona), donde reposa, en el presbiterio de la iglesia, junto a su hija Sancha.
El papel de la reina fue también fundamental para la creación de la ciudad medieval de Castellón, que la convirtió en la primera dama, "Na Violant", a la que se honra en las fiestas de la Magdalena.