Incluye contingencias que van desde el Covid-19, la competencia, los ataques informáticos o la 'Tasa Tobin', entre otros
MADRID, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
El folleto relativo a las acciones de Línea Directa ha quedado inscrito en el registro oficial de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), previo a que se produzca su salida a Bolsa el próximo 29 de abril y la compañía se independice de Bankinter separando el negocio asegurador del bancario, un plan que tuvo que ser postergado por el estallido de la crisis del coronavirus.
El documento, que consta de 243 páginas, dedica veinte de ellas a exponer hasta 16 factores de riesgo que podrían afectar a sus perspectivas comerciales, situación financiera o al resultado de la propia operación, como los relacionados con el negocio, la industria en la que opera o la crisis del coronavirus.
"Si alguno de los riesgos se termina materializando, el negocio, la situación financiera o las perspectivas comerciales de Línea Directa podrían verse afectadas de manera materialmente adversa, el precio de las acciones podría caer y, como resultado, un inversor podría perder todo o parte de su inversión", avisa el folleto consultado por Europa Press.
La primera potencial contingencia a la que hace alusión la aseguradora es al riesgo de disponer de unas provisiones técnicas insuficientes, que se produciría en caso de una evaluación inexacta de los riesgos asociados a una póliza de seguro que pueda resultar en un coste superior al de la propia prima.
Asimismo, Línea Directa señala a las condiciones macroeconómicas nacionales e internacionales, ya que el grupo depende en cierta medida de la compra de vehículos o inmuebles, entre otros, así como de la propia renta disponible de las personas para asegurar los bienes adquiridos.
En esta línea, explica que el escenario macroeconómico actual está marcado por la pandemia del Covid-19, que ha producido un importante shock económico a nivel mundial. Así, el empeoramiento de los escenarios genera una preocupación sobre ciertos factores específicos que pueden afectar a la rentabilidad del grupo.
Entre estos factores, se ha referido a los niveles de crecimiento económico, la confianza del consumidor; las tasas de desempleo; las condiciones actuales del mercado, así como la valoración de activos y la volatilidad, que pueden conducir a unos cambios abruptos y significativos en los mercados financieros; la disponibilidad y el coste del crédito; los precios del combustible o la estabilidad o solvencia de ciertas entidades financieras.
En España, por ejemplo, las medidas de confinamiento por el Covid-19 provocaron una contracción sin precedentes en la actividad económica. A 31 de diciembre de 2020, el PIB español presentó una caída anual del 10,8%, frente al crecimiento del 2% de un año antes. "Dados los fuertes vínculos de la compañía con la economía española, sus volúmenes de negocio pueden verse afectados negativamente por la actual ralentización de la actividad económica", indica.
ALTA DEPENDENCIA DE LOS SEGUROS DE COCHES
Otra de las contingencias es su gran dependencia a los seguros de automóviles. A 31 de diciembre de 2020, la línea de negocio de seguros de automóviles representaba el 84% de los ingresos por primas de la compañía, exponiéndola a un riesgo de concentración de segmento en el mercado español de seguros de automóviles.
En el folleto, Línea Directa recoge que el seguro de automóviles español juega en un mercado muy maduro y extremadamente competitivo, sujeto además a los cambios en las demandas de los consumidores. A finales del año pasado, Mapfre, Mutua Madrileña y Allianz representaban el 43,2% de la cuota del mercado del motor español.
Además, el número de primas de seguros de automóviles nuevos suscritas por clientes con la compañía está altamente correlacionado con el número de matriculaciones de automóviles nuevos, que en el ejercicio pasado disminuyó un 31,3%.
ATAQUES INFORMÁTICOS
A su vez, apunta como riesgo a las fluctuaciones en los mercados financieros, que pueden tener un efecto adverso significativo sobre el valor de su cartera de inversiones y su rendimiento, así como a los riesgos operativos y de ciberseguridad.
Línea Directa admite que depende mucho de las tecnologías de la información (TI), por lo que podría sufrir pérdidas financieras en caso de una interrupción de sus negocios por problemas en el software o hardware, un ataque informático u otras amenazas externas, que también derivaría en un problema de reputación y de responsabilidad ante el cliente.
Entre otros factores de riesgo se ha referido a los inherentes a la propia industria aseguradora, como la digitalización y las nuevas tecnologías, los servicios telemáticos, el teletrabajo, las tendencias medioambientales, los coches eléctricos, la micromovilidad, el renting, el pago por uso, etc.
En otro orden de cosas, más alejados del propio negocio, Línea Directa avisa de las potenciales contingencias en términos de solvencia y requerimientos de capital, así como de la "incierta y puede que restringida" capacidad para distribuir dividendos entre sus accionistas.
Respecto a este último aspecto, señala que el dividendo depende de la buena gestión del negocio, de los resultados operativos o de las limitaciones contenidas en los acuerdos de financiación actuales o futuros de la aseguradora. "Estos factores podrían limitar la cantidad máxima a repartir", avisa.
EXTRANJEROS: CAPACIDAD LIMITADA PARA INICIAR UNA ACCIÓN LEGAL
Línea Directa también indica que los accionistas extranjeros pueden tener una capacidad limitada para emprender acciones legales contra la compañía o sus propios directivos, ya que se trata de una Sociedad Anónima constituida en España y la mayoría de sus activos están ubicados en este país.
De este modo, los derechos de los titulares de las acciones ordinarias de la aseguradora se rigen por la legislación española y sus estatutos sociales, que difieren en ciertos aspectos de los de empresas estadounidenses, por ejemplo.
LA 'TASA TOBIN' NO PREOCUPA HASTA 2022
Otro de los riesgos incluidos en su lista es el Impuesto sobre las Transacciones Financieras, conocido como 'Tasa Tobin', pero solo a partir de enero de 2022, aunque en España entrara en vigor el pasado 16 de enero.
La 'Tasa Tobin' grava con un 0,2% las operaciones de adquisición de acciones emitidas en España de empresas cotizadas cuya capitalización bursátil sea superior a 1.000 millones de euros, pero la Agencia Tributaria confirmó que no se aplicaría durante 2021 a las acciones que se admitan a cotización por primera vez durante este año, por lo que hasta 2022 no será aplicable sobre Línea directa.