MADRID, 14 Ene. (EDIZIONES) -
Tal día como hoy, en 1957, el mundo del cine decía adiós a uno de los mejores actores de la historia. Humphrey DeForest Bogart (Nueva York, 1899) supo llenar la pantalla como nadie incluso apostado en la barra de un bar. El tipo duro más legendario de Hollywood siempre será recordado por haber ganado el Oscar por La Reina de África (1951), pero no menos por clásicos como El halcón maltés, El sueño eterno o, sobre todo, Casablanca.
Durante su extensa carrera participó en casi 75 largometrajes, lo que lo sitúa en una asombrosa media de dos películas y media por año. Treinta años en los que se fue convirtiendo en el paradigma del hombre cínico e imperturbable, una verdadera leyenda de la gran pantalla y un auténtico icono cultural. Nunca se le ha intentado imitar, ¿quién podría?
En 1944, y durante el rodaje de Tener y no tener, conoció a la que sería el amor del resto de su vida, la también actriz Lauren Bacall. Aunque el actor ya había contraído matrimonio tres veces antes de este enlace, la pareja fue una de las más carismáticas de Hollywood y ambos permanecieron muy unidos hasta que en 1957 Bogart falleció a causa de un cáncer de esófago.
En 1999 fue considerado por el American Film Institute como el mejor intérprete de todos los tiempos, y pocos se atreverían a discutir dicho reconocimiento. Por eso, y con motivo del 60 aniversario de su muerte, desde Europa Press y de la mano de Taste of cinema, se rinde tributo a esta figura inigualable con 10 películas imprescindibles de su filmografía.
LA REINA DE ÁFRICA (1954)
Obra maestra del ínclito John Huston, quien dirigió a Bogart -una vez de tantas durante su carrera- en esta aventura con romance de por medio que le valió su primer y, a la postre, único Oscar como Mejor actor.
Adaptación de la novela homónima de C. S. Forester, narra la historia de la misionera Rose Sayer (Katherine Hepburn) y el capitán Charlie Allnut (Bogart), quienes se ven obligados a huir en su barco, La Reina de África, de las tropas alemanas durante la Primera Guerra Mundial.
EL MOTÍN DEL CAINE (1951)
Candidata a siete premios Oscar en 1954, incluyendo Mejor película y actor para Bogart, finalmente no se alzó con ningún galardón. Aún así, el intérprete neoyorquino nos dejó una actuación para el recuerdo encarnando al estricto y neurótico capitán Queeg, cuya tripulación se amotina tras sus decisiones fuera de orden.
Realizada a partir de un escueto presupuesto, El motín de Caine superó con creces las expectativas y resultó ser un fantástico relato de los dramas personales que emergen en las condiciones más extremas. La narración del consejo de guerra posterior al incidente otorga una meritoria conclusión al filme.
SABRINA (1954)
Comedia romántica clásica dirigida por Billy Wilder y protagonizada por Humphrey Bogart, Audrey Hepburn y William Holden. Sabrina (Hepburn) es la hija de un chófer y vive con su padre en la finca de la adinerada familia Larrabee. Allí conoce a los dos herederos de la fortuna: Linus (Bogart), un estricto hombre de negocios, y David (Holden), un joven despreocupado y con fama de mujeriego. Entre ellos surgen deseos e intereses a partes iguales.
Los rumores de la época señalan que Bogart habría sido elegido en segunda instancia para el papel de Linus, pues originalmente estaba pensado para otro galán del séptimo arte, Cary Grant.
CAYO LARGO (1948)
John Huston y Humphrey Bogart coincidieron una vez más en 1948, cuando colaboraron en dos películas: Cayo Largo y El tesoro de Sierra Madre. La primera de ellas dio como resultado un histórico film noir que narra la historia de Frank McCloud (Bogart), que a su llegada a un hotel por motivos personales tendrá que hacer frente a los abusos de un malvado gángster llamado Johnny Rocco (Edward G. Robinson).
Fue la cuarta ocasión en que Bogart y su esposa, Lauren Bacall, trabajaron codo con codo. Este clásico noir de los años cuarenta se llevó un Oscar a la Mejor Actriz de Reparto gracias a la interpretación de Gaye Dawn.
TENER Y NO TENER (1954)
Tener y no tener fue la primera experiencia conjunta entre el laureado director Howard Hawks y Humphrey Bogart. Recuperando muchos de los elementos que habían encumbrado a Casablanca, Bogart interpreta a Harry Morgan, el capitán de un barco de pesca que recoge a los miembros de la resistencia en Martinica poco después de que Francia haya caído en manos alemanas.
Jules Furthman y William Faulkner confeccionaron el guion basado en la novela de Ernest Hemingway. Lauren Bacall enamoró a Bogart, y a todo el planeta, con su icónico: "Si me necesitas, sólo tienes que silbar".
EL HALCÓN MALTÉS (1941)
El halcón maltés fue el debut como director de John Huston, y se convirtió en un clásico instantáneo del género noir. La cinta también supuso un gran impulso en la carrera de Humphrey Bogart, estrella rutilante desde entonces gracias a su papel del detective privado Sam Spade.
Personajes sombríos, una trama realmente enrevesada y una espectacular fotografía en blanco y negro hicieron de El halcón maltés un auténtico modelo para los noirs que se llevarían a cabo a posteriori. Un referente del género y de la historia del cine.
EL SUEÑO ETERNO (1946)
De nuevo Howard Hawks, y de nuevo Lauren Bacall. Director y actriz/esposa acompañaron a Bogart en su enésima aventura en el género noir que tuvo como resultado este enigmático largometraje. Y es que muchos espectadores salieron del cine aturdidos y sin llegar a comprender del todo esta intrincada trama policial.
Eso sí, la química entre los protagonistas traspasó la pantalla y convirtió en un clásico a esta obra maestra con guion de William Faulkner, Leigh Brackett y Jules Furthman sobre la novela de Raymond Chandler, que tuvieron que readaptar para superar la censura.
EN UN LUGAR SOLITARIO (1950)
Adaptación de la novela homónima de Dorothy B. Hughes. Dirigida por Nicholas Ray, En un lugar solitario sigue la pista de Dixon Steele (Humphrey Bogart), un guionista cínico y tenebroso que de pronto se ve involucrado en la investigación de un asesinato. Conocido por sus episodios de violencia repentina, se convierte en el principal sospechoso.
Dicho proyecto supuso una de las mejores interpretaciones de Bogart en el papel del cínico y amargo Dixon. Una interpretación ambigua y con mil recovecos que no podría haber encontrado mejor intérprete para su excelso desarrollo.
EL TESORO DE SIERRA MADRE (1948)
Fantástica obra moral sobre la codicia humana en la que Bogart interpreta a Fred C. Dobbs, un pobre diablo que emprende un desesperado viaje a México junto con otros dos vagabundos: Curtin (Tim Holt) y Howard (Walter Huston). Una vez allí, y a medida que el oro es extraído, Dobbs se vuelve más y más codicioso y paranoico y la tensión se palpa en el ambiente.
La cinta se alzó con tres premios Oscar (Mejor Director, Guión Adaptado y Actor de reparto). La película no rompió en taquilla como cabía esperar dada su venerada crítica, pero desde entonces tomó su lugar como una obra maestra clásica y uno de los mejores títulos de Bogart.
CASABLANCA (1942)
¿La mejor película de todos los tiempos protagonizada por el mejor actor de la historia? Ese debate queda abierto al parecer de cada lector, pero lo cierto es que la cinta dirigida por Michael Curtiz ha traspasado fronteras y generaciones con la fuerza de un ciclón azotado por las interpretaciones de Ingrid Bergman, Paul Henreid y, cómo no, Humphrey Bogart en el papel de Rick.
Este drama romántico antinazi, situado en la exótica y multicultural Casablanca de la Segunda Guerra Mundial, atrapó en sus asientos a millones de espectadores y consiguió tres premios Oscar: Mejor Película, Director y Guión. Un clásico atemporal. 'Siempre nos quedará París'; y Casablanca.