MADRID, 15 Oct. (EUROPA PRESS) - Seis años después del final de 'Breaking Bad', Aaron Paul vuelve a meterse en la piel de Jesse Pinkman, un hombre herido y roto mentalmente, en 'El Camino', un filme escrito y dirigido por Vince Gilliam, creador de la aclamada serie, que busca darle al personaje "el final que se merecía". Lo hace con un largometraje de dos horas que está disponible en Netflix desde el pasado 11 de octubre. Un filme con inequívoco espíritu de epílogo, cargado de emotivos cameos y que va dirigido, también sin ningún tipo de disimulo, a los amantes de la que a día de hoy sigue siendo considerada una de las mejores series de la historia de la televisión. Y si con 'El Camino' Gilligan y Paul saldan la deuda pendiente que tenían con el 'pinche' de Walter White respondiendo a la gran pregunta, '¿Qué pasó con Jesse', el filme también sirve para que el personaje expíe sus culpas y, de algún modo pueda al fin seguir adelante tras el infierno al que le condenó, y del que también le liberó, el que fuera su profesor de química en el instituto. "Creo que lo que Jesse ha hecho a lo largo de toda su vida es casi imperdonable", reconoce Paul en una entrevista concedida a Europa Press en Barcelona, donde presentó el filme en el Festival de Sitges, y en la que recuerda que, a pesar de que su personaje "ha pasado por un infierno" y ha sido víctima de tremendas torturas, eso no borra el el hecho de que "es un asesino y un narcotraficante" y de que "mucha gente inocente murió por su culpa". "Así que... no sé, me gusta pensar que después de ser torturado durante muchos, muchos meses, puede que ahora esté en paz y listo para seguir adelante", dice dubitativo el actor de 30 años que asegura que, aunque él quiere pensar que ahora su personaje "ha saldado su deuda", la redención de Jesse es un asunto que "está abierto a la interpretación". Las mismas dudas que expresa sobre la redención de Jesse son las que tiene sobre el derecho a las segundas oportunidades sobre el que reflexiona la película: "Eso dependerá de lo que cada persona haya hecho, de cada situación, pero creo todo el mundo merece al menos la discusión sobre una segunda oportunidad". Dudas que, en cambio, Paul nunca tuvo a la hora de decir sí al proyecto tras la llamada de Vince Gilliam. CONFIANZA CIEGA Así, y a pesar de que como muchos amantes de la serie considera que 'Felina', el último capítulo de 'Breaking Bad', fue "un final casi perfecto", sostiene que nunca tuvo ningún tipo de reparos o reservas a la hora de aceptar protagonizar 'El Camino', reabrir la historia y "volver a visitar a todos esos viejos amigos". "Confié en Vince durante toda la serie y sé que es la última persona que querría estropear su propio legado. Él no tenía por qué contar esta historia, pero sintió la necesidad de darle a Jesse un final más apropiado, así que nunca tuve ninguna duda", sentencia Paul que asegura que tras la primera lectura del guión ya había vuelto a conectar emocionalmente con un personaje que le acompañó durante más de un lustro y un total de 62 capítulos. Un largo y literalmente tortuoso camino para Jesse Pinkman que encuentra su desenlace presuntamente definitivo con este largometraje. Un periplo que, recuerda Paul, tuvo un gran punto de inflexión: cuando Jesse Pinkman perdió a su novia y se convirtió en un asesino en la tercera temporada de la serie. "Creo que fue el momento en el que perdió su inocencia. Después de la muerte de Jane y después matar a Gale, creo que todo lo que pasó durante la tercera temporada supuso el final de su inocencia y eso le cambió decisivamente", concluye.