MADRID, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood, ante las clamorosas protestas de muchos sectores del mundo del cine, da marcha atrás y finalmente todos los galardones de los premios Oscar 2019 se darán en directo. Es decir, que en contra de lo inicialmente previsto por los organizadores de la gala, el próximo 24 de febrero las estatuillas a mejor fotografía, mejor cortometraje de ficción, mejor montaje y mejor maquillaje y peluquería no se entregarán durante la publicidad sino, como el resto de premios, durante la retransmisión.
Tras una reunión este jueves 14 de febrero con las diferentes partes, la Academia emitió un comunicado donde rectifica su decisión inicial: "La Academia ha escuchado los comentarios de sus miembros con respecto a la entrega de los Oscar en las siguientes categorías: mejor fotografía, mejor cortometraje de ficción, mejor montaje y mejor maquillaje y peluquería. Todos los premios de la Academia se presentarán sin modificaciones, en nuestro formato tradicional".
Los intentos por calmar las aguas en las semanas previas a la 91ª ceremonia de los Oscar han sido en vano. Como una forma de acortar una gala de tres horas de duración, se tomo la decisión de entregar cuatro premios durante una pausa publicitaria. Numerosas personalidades del mundo cinematográfico como Robert De Niro, Christopher Nolan, Guillermo del Toro, Sandra Bullock, Russel Crowe, Ang Lee, Elisabeth Banks, Brad Pitt o Alfonso Cuarón, uno de los afectados en la categoría de Mejor Fotografía, manifestaron su rechazo absoluto a esta medida.
Sindicatos de montadores y de fotografía se sumaron también a las protestas, calificando a esta decisión de la Academia como algo "humillante que no ahorrará más que un puñado de minutos".
La gala de los Oscar 2019 se celebrará el próximo 24 de febrero en el Teatro Dolby de Los Ángeles en un ambiente de los más polémicos y tensos que se recuerdan. Y es que a esta decisión de la Academia y su posterior marcha atrás, hay que sumar que será la primera vez en los últimos 30 años que la gala no tendrá presentador, tras la renuncia de Kevin Hart a ejercer como maestro de ceremonias después de la polémica suscitada por unos tuits con contenido inapropiado que publicó hace años.