MADRID, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
El director finlandés Aki Kaurismäki ha recibido este jueves la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes (CBA), la máxima distinción que concede esta institución, con la que reconoce su particular visión cinematográfica.
"Este pequeño planeta nunca ha tenido tantos sociópatas en el poder como los tiene a día de hoy", ha manifestado el cineasta durante la rueda de prensa posterior a la entrega de esta condecoración que entrega una institución que ayuda a "mantener la esperanza".
Aunque Kaurismäki no ha dejado de recordar lo importante que es para él el humor y de animar a los presentes a preguntarle temas ligeros, sus primeras palabras antes del turno de preguntas han apuntado al centro de sus preocupaciones. "Todo el poder está en manos del capital, que está conducido por idiotas. Pero eso no es una razón para rendirnos. La esperanza mueve montañas", ha afirmado.
La última película hasta la fecha del cineasta finlandés, 'El otro lado de la esperanza', Oso de Plata a la Mejor Dirección en la Berlinale de 2017, aborda una historia sobre refugiados en Europa, un lugar que de pequeño veía "seguro y democrático" y que lo ocurrido en los últimos siete años, especialmente con la guerra de Siria, ha demostrado que "no es así".
Durante sus palabras, y en conversación con el público presente, Kaurismäki ha recordado las palabras del expresidente estadounidense Eisenhower al salir de la Casa Blanca, cuando alertó de que había que "evitar" que el poder cayera "en manos" de la unión de la "industria armamentística y el capital".
De hecho, ha hecho referencia a las palabras de Putin, quien ha señalado que el país ya ha probado sus nuevas armas en Siria y que "funcionan muy bien". En este sentido, Kaurismäki ha achacado el mayor problema a la composición de la ONU, en la que se encuentran China, Rusia y Estados Unidos y que no permiten detener la guerra de Siria.
"Es una pena que los yankees, que tienen esta gran tradición de matar a sus expresidentes, hayan dejado de hacerlo, solo lo hacían con presidentes malos. Ahora se dedican a bombardear a los iraquíes, las mujeres sirias, las ancianas que están en el supermercado haciendo la compra", ha señalado.
EL DIRECTOR DE LOS MARGINADOS
Kaurismäki bromeó en 2017 con la idea de abandonar el cine, una idea que no descarta pero que le resulta difícil. "Puedo dejar el cine pero el cine no me deja a mí", ha dicho el director, quien para abandonar el número 19 planea rodar una nueva cinta y llegar así a la veintena de películas.
"Soy demasiado viejo para hacer cine honesto", ha dicho el director de 'Le Havre', quien podría rodar un corto ambientado en Vigo protagonizado por una familia de pescadores y un hijo barbero, "no demasiado fuerte" para dedicarse al mar. Sin embargo, será él quien salvará a la embarcación familiar.
Kaurismäki ha señalado que cuando era joven era alguien "muy entusiasta" por el surrealismo de Buñuel, la Nouvelle Vague o Hitchcock. Más tarde se convirtió en alguien "más serio" porque cree que "la vida humana ha de ser comentada con humor, porque si no el público se levanta y se va", ha dicho.
Según ha confesado, le falta esperanza en la cinematografía y por ello siempre vuelve a los mejores, entre los que cita a Chaplin, Buñuel, Buster Keaton o Flaherty. "Pero debido a mi falta de talento nadie se ha dado cuenta", ha dicho.
El cineasta se ha presentado tarde a la entrega de la Medalla de Oro y, de hecho, media hora después de la hora en la que estaba previsto que comenzara este acto, la organización ha pedido paciencia: "Sabemos que Kaurismäki está en Madrid". El director, acompañado de su mujer, la artista Paula Oinonen, ha bromeado durante la posterior rueda de prensa sobre este asunto. "Pienso llegar tarde a mi propio entierro. Tendré que cavar la tumba yo mismo", ha dicho.
El presidente del CBA, Juan Miguel Hernández León, ha destacado el "estilo austero y sencillo" de Kaurismäki, en el que "la música juega un papel importante", al surgir de la propia película y funcionar como un "sexo" entre las escenas.
En sus palabras, las películas del cineasta finlandés retratan costumbres y personajes que habitualmente están "marginados", de manera que "lo cotidiano" se convierte en un "elemento diferencial". Todo ello ha convertido a este director en alguien merecedor de un galardón que también han recibido Buñuel y Haneke, entre otros realizadores.