MADRID, 27 Abr. (EUROPA PRESS) - "No éramos libres, pero soñábamos con serlo". Las Chicas del Cable llegan a Netflix como la primera serie española producida por el popular servicio de streaming haciendo gala de un marcado espirítu feminista pero exhibiendo muchas más fortalezas. Un "melodrama romántico con toques de humor", tal y como lo definen sus protagonistas, que han presentado la serie este jueves en Madrid. Una ficción protagonizada por cuatro mujeres que quieren ser fuertes e independientes en el Madrid de 1928 y que semanas antes del estreno de su primera temporada ya anunció la renovación por una segunda que empezaron a rodar "hace mes y medio". Las Chicas del Cable es una serie especialmente oportuna con una temática muy actual y en plena explosión de un feminismo que metro a metro va conquistando la igualdad de género. A Blanca Suárez, le encantaría que esta serie ayudase en ese objetivo. "Me encantaría aunque desconozco si una serie tiene ese poder... pero nos hará recordar como estábamos, lo muchísimo que hemos avanzado hasta hoy y lo mucho que nos queda por delante. Vamos a luchar para conseguir más cosas", afirma en una entrevista con Europa Press. Suárez da vida a Lidia, una joven a la que le persigue su pasado pero que encontrará la redención en su amistad de las otras tres mujeres: "Al principio mi personaje tiene muchas sombras y fantasmas que quiere dejar atrás... pero acaba conociéndose a sí misma y rindiéndose a las personas que se encuentra en su camino, a sus compañeras. Poco a poco va cambiando y acaba teniendo amigos". Y es que Las Chicas del Cable quiere sumarse a esa lucha por la igualdad de género, pero reconociendo también todos los logros conseguidos hasta ahora. "Es una serie muy motivadora sobre la amistad, el amor y las relaciones entre las personas. A través de las historias y las tramas se van abriendo melones que en la conciencia y la memoria de todos nos van a resonar a muchas cosas", subraya la actriz. Las Chicas del Cable presumen de ser un logrado drama de época, pero no todo son teléfonos, sudor y lágrimas. También hay lugar para la comedia, representada principalmente a través de Marga, el personaje de Nadia de Santiago que representa el gran alivio cómico de la serie: "Nunca había hecho un personaje cómico pero estoy disfrutando mucho. Al principio me costó, pero me lo estoy pasando muy bien". Y es que Nadia es "la lucecita de las Chicas del Cable", como reconoce Maggie Civantos. La otrora protagonista de Vis a Vis, pasa de estar encarcelada en una prisión a estarlo en un matrimonio infeliz. Pero la talentosa intérprete se lo toma con buen humor: "En todas las series lloro muchísimo, menos mal que en mi día a día intento reírme." Todo ello, después de afirmar que "hay esperanza para Ángeles, pero no va a ser fácil". "Ojalá las mujeres se sientan identificadas con cualquiera de nosotras", dice esperanzada. En uno de los momentos de la serie, Carlota no duda en sentenciar que "el mayor enemigo de la mujer es la sumisión". Una frase con la que la actriz que le da vida, Ana Fernández, está completamente de acuerdo: "De hecho, Carlota se va dando cuenta de todo y deja de ser tan frívola. Al principio, lo hace todo desde la comedia y la provocación, pero poco a poco se da cuenta de que todo no puede ser cachondeo, risas y charlestón. Entonces verá que ese mundo en el que ellas están es muy complicado". Pero además de sufragistas, como el personaje que interpreta Ana Polvorosa, Las Chicas del Cable son seres humanos que no tienen miedo a sus sentimientos aunque al principio les cueste expresarlos en un mundo de hombres: "Mi personaje ha sido un reto interpretativo. Al principio estoy muy contenida y con mucho misterio, pero al final acaban aflorando sus debilidades, sentimientos, miedos...". Eso si, a pesar de confesar que es una serie sobre la difícil posición de la mujer en una sociedad dominada por los hombres, con algún resquicio para la esperanza en el horizonte, Las Chicas del Cable "es una serie para todos los públicos. Es feminista porque reivindica la posición de la mujer a través de sus ojos, pero no le pondría esa etiqueta. No tenemos que llevar ese estigma porque esté protagonizada por mujeres", afirman Civantos y Ana Fernández. Entre tanto talento femenino, Las Chicas del Cable también presume de un reparto masculino al que Civantos no duda en alabar: "Los personajes masculinos son fantásticos". Especialmente, Martín Rivas y Yon González, que reconocen que "la serie supone un cruce de barreras" además de destacar su apartado técnico y estético, antes de prometer que habría "muchos guiños" a películas de cine clásico.