MADRID, 12 Oct. (EDIZIONES) -
El actor Boyd Holbrook, conocido por la serie Narcos, reemplazará a Benicio del Toro en The Predator, el esperado regreso a la franquicia de manos de Shane Black. El intérprete, que interpretará al villano de la tercera cinta de Lobezno, sustituirá al actor de Un día perfecto debido a problemas de agenda.
Según informa The Hollywood Reporter, el ganador del Óscar a mejor actor de reparto por Traffic finalmente no podrá ser el protagonista de la esperada cuarta cinta de la saga Predator. La apretada agenda del intérprete puertorriqueño, tiene pendiente de estreno Weightless y tiene en preproducción Soldado y el octavo episodio de la saga Star Wars, impide que pueda estar en el regreso de Predator a los cines.
En su lugar estará el actor Boyd Holbrook, que cobrado popularidad gracias a la serie Narcos de Netflix y que, próximamente, será el villano Donald Pierce en Logan, la tercera cinta en solitario de Lobezno. Antes Holbrook había participado en películas como Una noche para sobrevivir, La venganza de Jane o Mi nombre es Harvey Milk.
EL REGRESO DE UNA SAGA
El regreso de Predator a la gran pantalla también se ha convertido en la vuelta de Shane Black a la saga. Y es que el cineasta ya participó en la película original encarnando a Hawkins. Casi 30 años después de su primer contacto con la saga, el director se dispone a firmar la que, según afirmó hace unas semanas, será la cinta "más impresionante de la franquicia".
Por el momento, los fans tendrán que conformarse con las expectativas hasta ahora ofrecidas por Black, ya que el argumento de la cinta es desconocido aunque aspira a ser completamente innovador, tal y como aseguró John Davis, uno de los productores de esta cuarta entrega, hace unas semanas: "Tanto el guión como la perspectiva es totalmente innovadora. Va a renovar la franquicia".
La entrega original de Predator seguía a una unidad de las Fuerzas Especiales estadounidenses en Centroamérica. Allí se enfrentan a un alien que caza a los humanos por deporte y colecciona sus calaveras como trofeos. La película fue un gran éxito -amasó más de 98 millones de dólares en la taquilla mundial- pero las sucesivas secuelas no han sido capaces de emular su esencia.
El reto de Black ahora es recuperar ese tono en una escala mayor, con los recursos de una superproducción por derecho propio.