MADRID, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
El vuelo triunfal de Alejandro González Iñárritu y su Birdman sobre la 87 edición de los Oscar ha dejado algunos damnificados. El principal, Richard Linklater y toda la familia de Boyhood, la otra favorita y que ha sido la gran derrotada tras la gala celebrada en el Dolby Theatre. Una cita de la que tampoco salió bien parada El francotirador, la cinta de Clint Eastwood que arrasa en taquilla pero que estuvo a punto de irse de vacío.
Ambas, tanto El francotirador como Boyhood partían con seis nominaciones, pero en el caso de la cinta de Linkater, la película llegaba a la cita con los premios de la Academia con la vitola de gran favorita. De los seis galardones a los que optaba (mejor película, mejor director, mejor actor de reparto, mejor guión original y mejor montaje) tan solo se llevo a casa un Oscar, el de Patricia Arquette, que evitó que el descalabro de Boyhood fuera total.
En el caso de El francotirador (American Sniper) el cero en el casillero lo evitó un Oscar de los llamados técnicos, el de mejores efectos de sonido. La cinta de Eastwood también optaba a los premios a mejor película, mejor actor, mejor montaje, mejor guión adaptado y mejor sonido. Siempre les quedarán los LegoOscars para hacerse una divertida foto.
También menos sangrante que el de Boyhood, aunque con las cifras en la mano su derrota sea mayor, es el caso de The Imitation Game. Y es que la película protagonizada por Benedict Cumberbatch que se quedó con un solo Oscar optando a ocho candidaturas. Pero como no partía entre las favoritas se fue con un buen sabor de boca con el premio al mejor guión adaptado para Graham Moore.
¿EL ÚLTIMO TREN DE MICHAEL KEATON?
Y aunque indiscutiblemente fue la noche de Birdman, el triunfo no fue total para la cinta de Iñárritu. Y es que su gran estrella, el Ave Fénix Michael Keaton, se quedó con la miel en los labios y vio como el premio al mejor actor era para Eddie Redmayne, por su encarnación de Stephen Hawking en La teoría del todo.
Tampoco le fue muy bien a Foxcatcher, la película de Bennett Miller que no se llevó ninguno de los cinco Oscars a los que optaba (mejor director, mejor actor principal, mejor actor de reparto, mejor guion original y mejor maquillaje), ni a Interstellar.
Después de quedarse fuera de las nominaciones en las categorías importantes, la cinta de Nolan tenían puesta su esperanza en los Oscars técnicos pero solo logró una de sus cinco candidaturas, la de mejores efectos visuales. Un pobre botín para una superproducción de esa envergadura.
Y también el mundo de la animación hubo sinsabores. Tras la polémica decisión de dejar fuera de las nominaciones a mejor largometraje de animación a La Lego Película, la sorpresa la dio Big Hero 6, que se impuso a la favorita Cómo entrenar a tu dragón 2 que vio como de nuevo una cinta de la factoría Disney le aguaba la fiesta. Y es que en los Oscars, como en la vida, no siempre "todo es fabuloso".