MADRID, 17 Jun. (EDIZIONES) - El pasado 27 de diciembre el mundo del cine se tiñó de luto tras la muerte de Carrie Fisher, la actriz conocida por interpretar a la mítica princesa Leia en la saga Star Wars. La intérprete californiana de 60 años murió por una apnea del sueño, entre otros factores, según han desvelado los informes del juez instructor encargado del caso. Según informa Reuters, los resultados de la autopsia revelan que entre las causas de la muerte también se podrían encontrar la enfermedad cardíaca que padecía la actriz, que sufrió un infarto en un avión cuatro días antes, y la cantidad de sustancias que consumía para controlar su trastorno bipolar. "La causa de su muerte todavía no se ha determinado", aseguró la hija de la actriz, Billie Lourd, a la revista People. "Mi madre luchó contra su adicción a las drogas y su trastorno mental durante toda su vida. Básicamente murió por ello", lamentó Lourd. En el año 2001 Carrie Fisher confesó en una entrevista para Psychology Today su problema mental y admitió que las drogas le hacían sentir "más normal". En otras entrevistas Fisher afirmó que consumió cocaína durante el rodaje de Star Wars: Episodio V - El imperio contraataca y que había iniciado un tratamiento médico para superar sus adicciones. Un día después de la muerte de Fisher, su madre, Debbie Reynolds, intérprete conocida por la cinta Cantando bajo la lluvia, fallecía a los 84 años.