MADRID, 13 Sep. (EDIZIONES) -
Christopher Nolan puso mucho cuidado en cada detalle de Dunkerque, su primera película bélica, pero no se esforzó tanto en vigilar y cuidar su equipo. Durante el rodaje, una de las cámaras IMAX, que cuestan alrededor de 500.000 dólares, se hundió en el fondo del mar mientras filmaban una escena.
El aclamado director quería que la cinta se viera lo más realista posible y evitó utilizar efectos especiales -excepto para escenas concretas o necesarias-. Según indica Hoyte van Hoytema, director de fotografía de Dunkerque, durante una entrevista a American Cinematographer, vía Reedit, los técnicos "hicieron un gran trabajo" para crear una protección que "cubriera a la cámara IMAX de los impactos físicos y del agua salada" e incluso tenían "un plan" para recuperar la cámara mientras el avión se hundía.
"Desafortunadamente, el avión se hundió inmediatamente tirando de la protección y mandando la cámara IMAX al fondo del mar", explica Hoytema. "Estuvo bajo el agua por más de 90 minutos antes de que los buzos la recuperaran. La protección estaba completamente dañada debido a la presión del agua, la cámara y la cinta estaban llenas de agua salada", apunta.
"Pero Jonathan Clark, nuestro asistente de cámara, utilizó agua fresca con la película y la limpió en la habitación oscura, de nuevo, con agua fresca antes de revelarla", sentencia Hoytema.
Dunkerque está protagonizada por Fionn Whitehead, Mark Rylance, Kenneth Branagh, Tom Hardy, Cillian Murphy, Barry Keoghan y Harry Styles, entre otros. El capítulo de la historia en el que se basa la película es la Operación Dinamo, en la que 300.000 soldados franceses e ingleses lograron escapar de las playas sitiadas por los alemanes.