Alfredo Landa
Alfredo Landa - CORDON PRESS
Actualizado: martes, 9 mayo 2017 18:37

   MADRID, 9 May. (EDIZIONES) -

Alfredo Landa, el actor que dio nombre a un singular género cinematográfico, murió tal día como hoy, un 9 de mayo, de 2013. Ganador de tres premios Goya, dos como mejor actor y otro en reconocimiento a toda su trayectoria, y del premio al mejor actor en el Festival de Cine de Cannes -ex aequo con Francisco Rabal-, el actor navarro demostró, a lo largo de sus más de 60 años de carrera, que el Landismo no fue su único legado.

   Pero sin duda alguna sí el más reconocible. Y es que Landa se convirtió en un fiel reflejo de su época a través de personajes reprimidos que encarnaban las frustraciones nacionales y generacionales de los españoles.

'Cateto a babor', 'No desearás al vecino del quinto', 'París bien vale un moza', 'Manolo la nuit' o 'Vente a Alemania, Pepe' son algunos de los títulos más destacados de este subgénero en el que compartía Planos con Antonio Ozores, José Sacristán, Florinda Chico o José Luis López Vázquez. Un cine del que, a pesar de las malas críticas, Landa nunca renegó.

   "Yo no creé esa palabra, pero estoy agradecidísimo al tío que la creó. El 'landismo' ha marcado y, aunque muchos se han referido a él peyorativamente, hoy se habla de él como un fenómeno de la sociedad", afirmó.

   Nació en Pamplona el 3 de marzo de 1933, Landa se lanzó al mundo de la actuación a los 25 años y, abandonando sus estudios de Derecho, viajó a Madrid para convertirse en actor. Gracias a su experiencia en el teatro universitario, consiguió pequeños papeles en las salas de Madrid. Fue en una de ellas, en el Teatro María Guerrero, donde José María Forqué y Pedro Masó le descubrieron.

   Así, debutó en la cinta 'Atraco a las tres' (José María Forqué, 1962) junto a intérpretes ya consagrados como José Luis López Vázquez y Gracita Morales. Este papel, que le abrió las puertas del cine, fue el preludio de una carrera en la que que, a pesar de estar siempre marcado por el 'landismo', el actor fue mucho más allá de la comedia, ampliando sus registros con enorme reconocimiento de crítica y público.

MUCHO MÁS QUE EL LANDISMO

   El punto de inflexión en su carrera le llegó con 'El Puente' una comedia con marcados tintes dramáticos de Juan Antonio Bardem que se estrenó en 1976. A partir de entonces alternó la comedia con papeles de corte más dramático entre los que figuran títulos como 'El crack' (José Luis Garci, 1981), 'La vaquilla' (Luis G. Berlanga, 1985), 'Tata mía' (José Luis Borau, 1986), 'El bosque animado' (José Luis Cuerda, 1987) o 'Canción de cuna' (José Luis Garci, 1994).

   Destacan tres filmes como 'Los santos inocentes' (Mario Camus, 1984), que le valió el premio al mejor actor en el Festival de Cannes junto a su colega Paco Rabal, 'El bosque animado' y 'La marrana' (1992), ambas de José Luis Cuerda, con las que consiguió sendos premios Goya como mejor actor.

   El actor recibió el Goya de Honor 2007 en reconocimiento a toda su carrera y se retiró ese mismo año después de rodar la película 'Luz de domingo' con el director José Luis Garci, con quien trabajó en un total de siete largometrajes.

Fue precisamente durante la ceremonia de entrega cuando Landa sufrió "uno de los peores momentos" de su vida. El actor, emocionado ante el cariño de sus compañeros de profesión, olvidó su discurso y estuvo balbuciendo durante varios minutos.

   A principios de 2004, le diagnosticaron un cáncer de colon y fue intervenido una semana después de recibir la noticia en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid. "Si hay que morirse pues se muere uno, que ya he vivido lo mío. Mi vida ha sido cojonuda. En algún momento tiene que acabar", dijo en su biografía 'Alfredo el Grande' (Marcos Ordóñez, 2008).

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