MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) - Este viernes 23 de noviembre llega a los cines Superlópez, la adaptación cinematográfica del mítico personaje de tebeos creado por Juan López Fernández, 'Jan'. Un filme dirigido por Javier Ruiz Caldera (Anacleto: Agente secreto, Promoción fantasma) y protagonizado por Dani Rovira que parodia el cine de superhéroes para reírse, no solo del género cinematográfico de moda, sino también de algunos de los grandes complejos de la sociedad española. "Tenemos la gran virtud de que en este país hacemos comedia de todo. Y tenemos que seguir haciéndolo a pesar de estemos en una época un poco frágil en la que la comedia está un poco enferma, pero es nuestra seña de identidad", dice Rovira en una entrevista concedida a Europa Press en la que señala que ahora vivimos "en la época de la ofensa y la piel fina" y en la que "la globalización y las redes sociales hacen que todo corra como la pólvora y que la indignación esté más presente". En este sentido, el protagonista de títulos como Ocho apellidos vascos o 100 metros asegura que aquellos que se dedican a la ficción y la comedia están "pasando por un momento un poco incierto" ya que hay cierta gente que no sabe, o no quiere, distinguir entre ficción y realidad. "Hay veces que hay que decir: Vamos a intentar seguir distinguiendo entre realidad y ficción, que la realidad es lo que pasa de verdad y la ficción es algo que se crea de manera paralela, para evadir, para hacer reír, para culturizar, para lo que sea... pero es ficción", puntualiza Rovira que da el salto al cine de superhéroes con un personaje "torpe y muy humano" a pesar de tratarse de un alienígena procedente del planeta Chitón. Un extraterrestre criado Masnou, un pueblo de la provincia de Barcelona, que a pesar tener muchos superpoderes no sería capaz de arreglar el conflicto catalán. "Se equivoca mucho y es muy torpe así que a lo mejor él no tiene la solución. La solución está en repartir mucho amor y ser feliz desde uno mismo... y a partir de ahí se construye todo. Además, bastante tiene él con la que tiene liada en Chitón", replica Rovira que reconoce que la primera vez que se vio dentro del traje de Superlópez se sintió "muy ridículo" "Pero eso me hacía pensar que estábamos consiguiendo lo que buscábamos, esa parte de cutrerío y de ridículo de un personaje como Superlópez, al traje le tiene que quedar mal", recuerda. Y es que el humor autoreferencial, apuntalado por grandes dosis de efectos especiales que corren a cargo de El Ranchito, la compañía española responsable de los efectos digitales de Juego de tronos, es sin duda la gran baza de la primera película de superhéroes del cine español. "NO PUEDE HABER UN SUPERHÉROE ESPAÑOL" Precisamente, una de las frases que se repite el filme es que "no puede haber un superhéroe español", otro de esos "complejos" que "parece que vienen con nuestra genética" con el que, dice Ruiz Caldera, juega Superlópez. "Nosotros mismos nos tiramos piedras contra nuestro propio tejado. Pensamos que si es español no merece la pena" algo parecido, señala el cineasta catalán, a lo que todavía ocurre con el cine español y que también se da en otros campos como la ciencia o la medicina. "Parece que si es español, ya es menos. Y en esta película nos reímos de eso", afirma el director que apunta que "en este país gusta mucho encumbrar a alguien pero enseguida, en cuando llega arriba, hay un disfrute general a la hora de machacarlo". "En la película jugamos con esto en contraste con las películas americanas de superhéroes", dice Ruiz Caldera que recuerda que mientras que el tío Ben le decía a Spider-Man aquello de que 'Un gran poder conlleva una gran responsabilidad', aquí lo que su padre le dice a Superlópez es "ten cuidado con tus poderes porque si destacas te machacan, que la envida es muy mala". ESPAÑA Y LA MEDIOCRIDAD "Toda la preocupación de los padres del protagonista es decirle: Tu encárgate de no sobresalir más de la cuenta porque si no en este país no podrás ser feliz'", afirma Alexandra Jiménez, que interpreta a Luisa Lanas, el interés amoroso del protagonista, y que tiene la esperanza de que esta película "sirva un poco de efecto espejo para ver cómo somos" y nos replanteemos "esta costumbre tan extraña que tenemos de tirar por tierra todo lo bueno que hacemos". "Todo lo que sobresale lo negamos y lo dinamitamos en cuanto podemos", lamenta la actriz que, en todo caso, reconoce que en España, al menos en el ámbito cinematográfico, se hacen "las cosas cada vez mejor" y que "lo único que nos falta es dejar de estar con la escopeta cargada y en lugar de disparar celebrar y disfrutar que lo estamos haciendo cada vez mejor". Aunque tampoco hay que olvidar, apostilla Julián López, encargado de interpretar a Jaime, el envidioso amigo del protagonista, que las comparaciones con los superhéroes estadounidenses "siempre serán injustas a todas luces" porque este tipo de cine nació allí y "llevan muchos más años" produciendo películas de esta magnitud. "Son comparaciones injustas por presupuesto, por medios, por circunstancias... y aquí siempre todo se va a hacer muy bien con los recursos que hay. Si hubiéramos tenido más, lo hubiéramos hecho mejor y no tendría nada que envidiar", sentencia.