Emilio Martínez-Lázaro: "Lo de Cataluña es una payasada que no iba a ningún lado"

MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

Desde finales del pasado mes de octubre se rueda en Madrid 'Miamor Perdido', la nueva película de Emilio Martínez-Lázaro. El director de Ocho apellidos vascos y su secuela, Ocho apellidos catalanes, vuelve a reunirse con Dani Rovira en una comedia romántica en la que el actor malagueño comparte protagonismo con Michelle Jenner.

Y aunque sabe que con el regreso a la gran pantalla del tándem Martínez-Lázaro/Rovira serán inevitables las comparaciones con la saga de Apellidos, el cineasta se lo intenta tomar con filosofía. "Las comparaciones van a ser terribles, pero en cierto modo simpáticas... ahí estamos muertos los dos", confiesa Lázaro en declaraciones a Europa Press en las que también asume que para el actor "es mucho más difícil" afrontarlas "porque tiene mucha carrera por delante".

"Yo veo las cosas con mucha perspectiva, y eso del éxito no me lo creo". Una sentencia que el director de Los peores años de nuestra vida o El otro lado de la cama ejemplifica con la última emisión en televisión de su anterior película: "La semana pasada pusieron en televisión Ocho apellidos catalanes y tuvo 9 millones de espectadores. Vale, me da igual, porque la mitad se los debo a Puigdemont. No puedo pensar en eso cuando hago películas".

Y él, que se ha reído del centralismo más rancio y del radicalismo independentista convirtiendo conflictos territoriales en taquillazos, es tajante y rotundo en su valoración de la situación actual que se vive en Cataluña. "No sé si me atrevo a decirlo... pero sinceramente me ha parecido ridículo. Y lo que es más preocupantes es que haya producido tanta zozobra en todo el país, y sobre todo en Cataluña, una payasada porque ellos sabían que no iban a ningún lado", afirma el director que, en todo caso, asegura que Puigdemont es "un tío muy lanzado" y augura que le caería "bien" si le conociera en persona.

LOS MALES FUNDAMENTALISTAS

"Pero esto del fundamentalismo nacionalista... a mí el nacionalismo junto con la religión me parecen los dos males de no ya de este siglo, ni del anterior, sino los dos grandes males en general", sentencia Martínez-Lázaro que no duda en comparar la deriva que ha tomado el 'Procés' en estas últimas semanas con algunos de los pasajes de la que hasta ahora es su última película. "Lo mejor es que hubiera hecho un giro al final como hace la Sardá al final de Ocho apellidos catalanes, cuando dice: '¿Por qué no nos vamos a Andorra que allí sí son independientes?'".

Para Rovira, la situación de crispación actual es simplemente algo que le apena como debería hacerlo a cualquiera con algo de sentido común. "Independiente de que hayamos hecho ocho apellidos Catalanes, si eres una persona con sentido común da mucha pena todo lo que está sucediendo", señala el malagueño que, en su regreso a las órdenes de Martínez-Lázaro, no da mayor importancia a las inevitables comparaciones.

"El mundo está lleno de comparaciones... y dicen que son odiosas, pero a mí me parecen muy graciosas. Ocho apellidos fue un cometa Haley que pasó y ya está", sentencia Rovira que deja la puerta abierta a una tercera entrega de la saga, pero no a corto plazo.

"Si hay una buena historia que contar... ¿por qué no? Si me preguntan, yo preferiría que pasaran unos cuantos años para que les sucedan cosas a los personajes y hacer ganas. No me niego a una tercera parte pero no ahora... ¡que pase un lustro por lo menos!", dice.