MADRID, 19 May. (EUROPA PRESS - Israel Arias) -
Primero se enfrentaron los titanes de DC en Batman v Superman: El amanecer de la Justicia. Luego los Vengadores de Marvel hicieron lo propio en Capitán América: Civil War. Y ahora es el turno de los mutantes de Fox, que vivirán su propia guerra en X-Men: Apocalipsis, la nueva entrega de la saga que vuelve a dirigir Bryan Singer y que llega a los cines este viernes.
Con Xavier y sus jóvenes talentos de la todavía bisoña Patrulla-X de un lado y Apocalipsis, el primer mutante de la historia, y sus poderosos Cuatro Jinetes de otro, la batalla se antoja un tanto desigual.
Algo parecido le ocurre a la película de Singer, que cuenta con un buen puñado de escenas visualmente espectaculares y, también, con no pocos agujeros de guión que hacen de esta entrega una cinta más inconsistente incluso que su inmediata y -desde el punto de vista cronológico- más compleja predecesora Días del Futuro Pasado. Una montaña rusa de logros y fiascos mutantes del que rescatamos ocho claves.
ACIERTO: JEAN GREY Y OTROS JÓVENES TALENTOS
El Instituto Xavier para Jóvenes Talentos ha hecho buenos fichajes para esta temporada. Las versiones jóvenes de Rondador Nocturno (Kodi Smit-McPhee), Cíclope (Tye Sheridan), Tormenta (Alexandra Shipp) y Jean Grey (Sophie Turner) no defraudan y protagonizan algunos de los pasajes más auténticos y entretenidos de la película. Especialmente afortunada es la elección de la estrella de Juego de Tronos como la nueva Jean Grey, un personaje que -de nuevo- está llamado a ser una de las claves en el futuro de la saga mutante.
ERROR: APOCALIPSIS, EL ¿GRAN? VILLANO
Puede que sea culpa de su arriesgada caracterización, que le llevó a ser comparado por Ooze de Power Rangers o con el el Mr. Freeze de Schwarzenegger en Batman y Robin, pero lo cierto es que el mutante más poderoso de todo el universo de X-Men nunca llega a estar a la altura de las elevadas expectativas que su reputación, y el dilatado prólogo egipcio, despiertan. Y eso a pesar de que Oscar Isaac, actor de solvencia más que probada, hace lo que puede encorsetado en esa aparatosa caracterización de la que -paradojas de la vida comiquera y peliculera- su todopoderoso personaje es esclavo.
ACIERTO: QUICKSILVER, ESE ROBAPELÍCULAS
Sí, ha vuelto a hacer lo mismo. Y sí, nos ha vuelto a dejar ojipláticos y encantados de haberle conocido. Al ritmo de un clásico ochentero, como requiere la ocasión, Quicksilver vuelve a hacer su magia en otra espectacular secuencia más grande y tan genial como la de Días del Futuro Pasado. Pese a que esta vez no cuenta con el factor sorpresa de su parte, mientras suena el temazo de Eurythmics 'Sweet Dreams (Are Made Of This)' el personaje de Evan Peters confirma que es el ladrón no ya de planos -los suyos son de él y solo de él, el tipo más rápido del universo- sino de películas enteras de la saga X-Men.
ERROR: MÍSTICA Y SU OLVIDADO ORGULLO MUTANTE
Bien. Puede que solo sea una cuestión de equidad cromática. Que alguien haya pensado que con el Apocalipsis de Isaac acaparando el cupo de tonos azules permitidos en pantalla para una película que no sea Avatar -de esas, por lo que dice el bueno de James, nos vamos a cansar- Mística y Bestia debían entregarse a su apariencia humana. Pero, más allá de la salvaguarda del equilibro en la paleta de Singer, todo parece indicar que Jennifer Lawrence ha hecho valer su actual estatus de estrellón para ahorrarse varias decenas de horas sentada en la sala de maquillaje. Atrás quedaron, como le recuerda alguno de sus compis mutantes en un momento de la película, los tiempos en los que Raven se reivindicaba azul y natural... como el yogur de pitufo.
ACIERTO: UN ROYAL RUMBLE DE MUTANTES, POR FAVOR
Precisamente el momento en el que Mística, en su versión humana más sensual, se adentra en 'El Club de la Lucha mutante' para rescatar al joven Rondador Nocturno y poner fin a su pelea clandestina con Angel es uno de los pasajes más resultones de la película. Y es que un buen combate entre mutantes en una jaula electrificada siempre te deja con ganas de más...
ERROR: MAGNETO Y SU VIDA IDÍLICA AL OTRO LADO DEL TELÓN DE ACERO
Vaya por delante que Fassbender es un titán y puede con todo lo que le echen. Y esta vez no lo tenía fácil. Bryan Singer, Simon Kinberg y compañía han decidido que nuestro reencuentro con Magneto sea en una idílica y totalmente artificial vida en la Polonia comunista. Allí, al otro lado del Telón de acero, Erik Lehnsherr ha rehecho su vida como un humano más. Y no le va nada mal, tiene mujer, hija y un casoplón que demuestra que la siderurgia era una industria boyante en los ochenta... incluso para un simple peón. Si estira el metal, ¿por qué no el sueldo?
ACIERTO: Y LOBEZNO PASABA POR ALLÍ...
Sí, es cierto. Su acomodo en la historia de Apocalipsis deja en agua de borrajas -o al menos pendiente de una explicación- el final de Días del Futuro Pasado. Y sí, también su salida de la trama es, cuando menos, mejorable. Pero lo cierto es que Apocalipsis nos deja en la retina el pasaje en el que vemos al más brutal Lobezno de toda la saga. El Logan más salvaje y auténtico visto en pantalla que marca la línea a seguir de cara a esa película de 'bendita' calificación R con la que Hugh Jackman se despedirá de su amado personaje de las garras de adamantium.
ERROR: LA ESCENA POST-CRÉDITOS
Después de ver a Xavier "resucitar", a Magneto y al propio Profesor X reclutar a Lobezno, a Apocalipsis levantar colosales pirámides con un solo gesto o a Deadpool en batín, lo cierto es que la secuencia extra de X-Men: Apocalipsis -un nombre en un maletín, revelador sí, pero solo eso- nos sabe a poco. Eso sí, señores de Fox, convertir esta pequeña decepción en un torrente de entusiasmo del desatado fandom es muy fácil. Conviertan los rumores (y sueños de muchos) en realidad y fichen a Bryan Cranston para ESE papel. Gracias.