MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) - Francis Lawrence vuelve a dirigir a Jennifer Lawrence, con quien ya coincidió en Los juegos del hambre, en Gorrión Rojo. Un filme de acción y suspense que sigue los pasos de Dominika Egorova, una joven espía rusa, y Nate Nash (Joel Edgerton), un idealista agente estadounidense, cuyo encuentro solo traerá problemas a ambos. Una película que llega a los cines este viernes 2 de marzo y que está basada en el exitoso libro de Jason Matthews, aunque el director reconoce que cambió el final con el respecto a la novela "para empoderar más a la protagonista". "Creo que la clave de la película es el tipo de intriga, porque ella es una heroína improbable. El espionaje la atrapa, y aunque en principio quiere salir de ahí, se da cuenta de que es muy buena en lo que hace y tú no dejas de preguntarte de qué lado está realmente", explica Francis Lawrence en una entrevista concedida a Europa Press en Londres en la que asegura que de la novela original Matthews, que está protagonizada por un exagente de la CIA infiltrado en operaciones entre Rusia y Estados Unidos durante más de 30 años, la película recoge el espíritu de su testimonio real. "Leí el libro nada más terminar el rodaje de Los juegos del hambre, inmediatamente pensé en Jennifer y ella dijo 'sí'", confiesa acerca de un proceso de selección nada laborioso el cineasta que se encargó de dirigir las tres últimas entregas de la saga protagonizada por Katniss Everdeen. "Disfruté muchísimo de volver a trabajar con ella porque es una actriz fenomenal y una gran amiga". La admiración del director por la intérprete ganadora de un Oscar se ha acrecentado, todavía más si cabe, durante este rodaje. "Una de mis escenas favoritas fue también una de las más difíciles de rodar. Cuando en la 'Escuelas de Gorriones' Jennifer humilla a un cadete que la atacó... Jennifer fue muy valiente y su actuación es espectacular. Creo que Charlotte [Rampling] también está genial ahí; es una escena realmente única y trabajamos mucho para que llegasen al tipo de tono que esa escena requería". En cuanto al desenlace de esta intrincada historia de espías, Francis Lawrence confiesa que cambió algunas partes porque "quería que el final de la película tuviese algo más de empoderamiento para la protagonista". Y acerca de una posible secuela, asegura que "si la gente va a ver la película y es bien valorada alrededor del mundo, nos encantaría hacer una segunda parte". NATE NASH, AGENTE CON CONCIENCIA En Gorrión Rojo Joel Edgerton da vda al agente de la CIA Nate Nash. "Confía demasiado en los demás para el oficio que tiene; cree que puede hacer del mundo un lugar mejor", explica el actor australiano acerca de su personaje. "Por eso se mete en problemas... Porque está dispuesto a proteger a esa espía rusa. Probablemente, todo lo que le hace ser una buena persona lo convierte en un pésimo espía. Es un perdedor, un alcohólico... pero se preocupa". Edgerton se quita mérito y coincide con el director en que la clave de Gorrión Rojo está en su protagonista femenina. "Una mujer que es maltratada y menospreciada por los hombres y que maneja todo ese dolor, sufrimiento y degradación y lo usa para trazar una estrategia con sentido de venganza", detalla sobre el personaje de Dominika. En cuanto a la labor de dirección, alaba a Francis Lawrence y asegura que ama "cómo trata contenidos sexuales o de violencia extrema. No trata de hacerte sentir bien viendo la desnudez... Quiere que sientas lo horrible que es para ella estar al lado de estos tipos". Matthias Schoenaerts es la pieza que completa este puzzle encarnando a la parte rusa del conflicto. Vanya es el tío sin escrúpulos de Dominika, quien a la muerte de su hermano y padre de la protagonista, no duda en aprovecharse de la situación. "Creo que justifica sus actos diciéndose que está haciendo lo correcto por la causa correcta", afirma el actor belga. "Por supuesto, luego descubres su verdadera naturaleza, que probablemente también sea un misterio para él, y ves lo que lo hace tan atractivo a la hora interpretar, porque es impenetrable. Nunca sabes lo que este hombre tiene en mente o cuáles son sus intenciones", reconoce Schoenaerts, quien tuvo que leer el guion "dos veces" para asociar a tantos personajes, entender la trama y luego unirlos a todos dentro de ese gran juego.