MADRID, 10 Sep. (EDIZIONES) -
Todo hubiera sido muy distinto si David Lynch, padre de obras como la serie de televisión Twin Peaks o películas como El hombre elefante, se hubiera embarcado en un proyecto de la magnitud de Star Wars. Pero esa era la intención del creador de este universo, George Lucas, que quería a Lynch al frente de la última entrega de la trilogía original, Star Wars: El retorno del Jedi.
Lo confirmó el propio Lynch en una entrevista de 2010 para la Hudson Union Society de la que se hacen eco en Movieweb. En ella describe su reunión con Lucas en Los Ángeles, la cual asegura que le produjo "muchos dolores de cabeza". Ante el interés que mostraba por contratarle, Lynch pensó que al menos debería ir a escuchar lo que tuviera que proponerle, pero el resultado no fue satisfactorio.
"George me pidió que viniera a verlo y le hablara sobre cómo dirigir lo que sería la tercera de Star Wars", aunque existe una gran diferencia entre ambos. "Yo hago lo que amó y lo que George ama es hacer miles de millones de dólares", con lo cual quedaba clara su postura. Tampoco le agradó demasiado el tour que Lucas le hizo por la ciudad en su Ferrari o los lujosos restaurantes que visitaron.
Al terminar la entrevista, según Lynch, "me metí en una cabina telefónica, llamé a mi agente y le dije: '¡No hay manera!'. Dijo: 'David, David, David... ¡Cálmate! No tienes que hacer esto.' Así que George, bendiga su corazón, le dije al teléfono al día siguiente que él debería dirigirlo". Lucas, que ha ejercido de 'director en la sombra' en todas las películas de Star Wars, no permitiría la libertad creativa que Lynch demandaba.
La experiencia indica que, en el caso de haber aceptado la oferta, Lynch probablemente habría sido despedido de una manera similar a Phil Lord y Chris Miller, quienes fueron expulsados de la próxima película de Han Solo después de que ya hubieran filmado una gran parte de ella. O el caso de Colin Trevorrow, hasta hace poco director del próximo Episodio 9 de Star Wars.