MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
La 35 edición de los Premios Goya celebrados en el Teatro del Soho Caixabank de Málaga terminaron por no cumplir las previsiones de los más agoreros, es decir, sin apenas fallos técnicos, en una gala breve que ha conseguido reunir a muchas estrellas de Hollywood (de manera telemática), con espacio para la espontaneidad y sentidos homenajes a las víctimas de la pandemia de coronavirus.
Los presentadores Antonio Banderas y María Casado habían reconocido que esta edición irremediablemente iba a ser recordada como la "gala del covid", si bien al cierre de una ceremonia de apenas dos horas y media de duración (de las más cortas en los últimos años) dieron un giro a ese discurso.
"Esperemos que esta gala perdure en el recuerdo como la gala que encendió la llama de la recuperación", ha comentado Banderas en su despedida. El propio actor fue el encargado de abrir la ceremonia con el tradicional monólogo que, en esta ocasión, estuvo centrado en la pandemia de coronavirus.
Así, ha promovido un sentido homenaje a las víctimas de la pandemia "de una forma u otra", con una petición de un tiempo de silencio para recordarlas, e instando al cine español a "poner el granito de arena".
"Somos contadores de historias y eso es lo que haremos. Contaremos la historia de estos días tratando de entender en toda su dimensión cómo nos ha afectado esta realidad. La profundidad de las heridas abiertas que fue aquello que nos emocionó, nos hizo llorar, nos enfadó y nos asustó", ha señalado.
También tuvo un espacio destacado en la gala Ana Ruiz, enfermera del SUMMA 112, creadora de la biblioteca 'Resistiré' que se desarrolló en el hospital de campaña de Ifema durante los meses más duros de la pandemia, que ha sido la encargada de entregar el último galardón de la ceremonia.
Ruiz ha recordado a todos los fallecidos por esta enfermedad, pidiendo a la sociedad que "se deje cuidar". "Hoy es la noche del séptimo arte, uno de los grandes cuidadores del prójimo y que ofrece cuidado y consuelo del espectador. Déjense cuidar", ha señalado.
La prometida mezcla de virtualidad y actuaciones ya se ha visto desde el primer momento, puesto que Banderas ha iniciado el monólogo con los nominados proyectados en su pantallas detrás de él. Luego ha continuado esta presencia telemática con la entrega de premios, donde se han producido diversas situaciones que no son habituales.
Premiados acompañados de su familia, de sus parejas, de otros nominados por la misma película, en hoteles, casas rurales o con niños, la variedad ha sido la nota dominante en estas entregas virtuales. Quizás uno de los momentos más divertidos ha sido cuando el actor Mario Casas ha usado una cabeza de juguete de Iron Man a modo de 'cabezón'.
TOM CRUISE EN ESPAÑOL
Esa participación virtual ha crecido gracias a una de las iniciativas novedosas de este año: la de contar con estrellas de Hollywood para mostrar su apoyo al cine español. Dustin Hoffman, Sylvester Stallone, Melanie Griffith o Mel Gibson han sido algunos de los rostros conocidos que han querido mostrar su afición por la cinematografía patria (algunos como Tom Cruise o Julianne Moore se han atrevido a hacerlo en español).
La única persona que ha podido estar sobre el escenario --acompañada del director Jaime Chávarri-- para recoger su Goya ha sido Ángela Molina, que era la premiada de honor de esta edición. La actriz, musa de Buñuel, no ha defraudado y después de tantos intentos --ha estado nominada en cinco ocasiones-- ha podido recoger su Goya dándole un beso y diciéndole al oído que es su "amor".
Pese a ser la primera vez que se ha celebrado una gala telemática, no se han producido ningún fallo técnico destacado. Fernando Trueba al intervenir por su Goya a Mejor película iberoamericana se ha dejado el micrófono cerrado, o el sonido del whatsapp sonando insistentemente en la pantalla del ganador a mejor película europea son los pequeños detalles que se pueden resaltar en este apartado, más bien cómicos.
IN MEMORIAM Y MÚSICA
Y la música ha sido también otra de las protagonistas. 'La violetera', interpretada por una sentida Nathy Peluso; la 'Coplilla de las divisas', por Diana Navarro durante el homenaje a Berlanga en su aniversario de su nacimiento; o Aitana con 'Happy days are here again' tomando el testigo de Barbra Streisand en un vídeo han puesto la nota a la gala.
También ha habido música en el tradicional 'in memoriam' que prepara la Academia de Cine con los fallecidos en el último año. De entre los múltiples nombres que han aparecido en la pantalla mientras sonaba 'Una nube blanca' de Vanesa Martín: Carmen de Mairena, Luis Eduardo Aute, José Luis Cuerda, Armando Manzanero, Juan Marsé, Enrique San Francisco o Gerardo Vera.
Y también una ausencia destacada, aunque justificada: la de Rosa María Sardà. Tal y como ha explicado posteriormente la Academia de Cine, Sardà le pidió a la institución no aparecer en el in memoriam de los Goya 2021. "Y, por supuesto, lo hemos respetado", han señalado en declaraciones recogidas por Europa Press.
REIVINDICACIONES POLÍTICAS Y SOCIALES
Pese a que la gran triunfadora de la noche ha sido la directora de 'Las niñas', Pilar Palomero, su película también ha aportado un momento histórico: Daniela Cajías se ha convertido en la primera mujer que gana el Goya a la Mejor dirección de fotografía en la historia de estos premios. Además, Adam Nourou, se ha convertido en el primer actor negro en ganar en la historia de los Goya gracias a su papel en 'Adú'.
Ha sido una gala sin apenas reivindicaciones sociales políticas. Por un lado, la cantante Rozalén, ganadora del Goya a Mejor canción original por la película 'La boda de Rosa', ha recordado a las mujeres cuidadoras y ha dicho que aunque el 8 de marzo "no dejen" a las mujeres manifestarse en las calles de Madrid, "desde la ventana se puede seguir reivindicando".
Y, por el otro, el actor Alberto San Juan, que se ha alzado este sábado con el Goya al Mejor actor de reparto por 'Sentimental', ha hecho un llamamiento al PSOE tras obtener su galardón que, como el resto de premiados, ha recibido telemáticamente. "Tengo algo que decir al PSOE. Los derechos humanos no pueden ser bienes de mercado. Tener un hogar es un derecho humano muy básico", ha afirmado el actor.