NUEVA DELHI 4 Nov. (Reuters/EP) -
Los seguidores más fieles de Harry Potter en la India son un peligro para el ecosistema del país. Los fans de la saga están amenazando seriamente la población de lechuzas tras el aumento de la demanda de estas aves, que en la saga de J.K. Rowling son fieles compañeras del niño mago y sus compañeros.
Concretamente, los grupos ecologistas y políticos culpan a Hedwig, la lechuza blanca de Potter y su fiel mensajero, de incentivar el comercio de estos pájaros en India. Los seguidores más fervientes de del aprendiz de mago quieren parecerse a él en todos los aspectos y no dudan en intentar convertir a una lechuza como mascota.
Un informe revelado en Nueva Delhi por el grupo ecologista TRAFFIC-India, que descubrió que 15 de las 30 especies de lechuzas del país estaban a la venta en los mercados.
El autor del informe, Abrar Ahmed, dijo que su investigación había comenzado cuando una amiga le pidió que le consiguiese una lechuza para la fiesta de cumpleaños de su hijo, ambientada con la temática de Harry Potter.
"Aunque Hedwig pasa mucho tiempo en una jaula en la habitación de Harry, las lechuzas reales no son buenas mascotas porque necesitan espacio para volar y cazar comida", dijo Ahmed.
"Entre los seguidores de Harry Potter de clase media urbana, parece haber una extraña fascinación por regalar lechuzas a sus hijos", dijo a la BBC el ministro de Medio Ambiente indio, Jairam Ramesh, durante la presentación del informe.
RITUALES MILENARIOS
El informe también culpa del descenso en la población de lechuzas a la demanda de diversas partes de estos animales para efectuar antiguos rituales. Aquellos que practican estos rituales tradicionales en India, conocidos como "tantriks", solicitan huesos, plumas, garras y órganos de lechuza, además de sangre y lágrimas del pájaro, para realizar sus ceremonias.
Se cree que las codiciadas "crestas" del animal -extensiones de las plumas en la cabeza de las lechuzas más grandes- le otorgan grandes poderes mágicos, por lo que tienen un elevado precio en las comunidades tribales que se ganan la vida con este negocio.
En una de estas antiguas prácticas, la mezcla de esas "crestas" con semillas y leche se extiende una vez seca sobre la cabeza de una persona para hipnotizarla.