MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
El próximo 4 de diciembre llega 'Foodie Love', la primera serie española de HBO y, también, la primera serie de Isabel Coixet. La cineasta catalana escribe y dirige esta producción de ocho capítulos de media hora de duración protagonizados por Laia Costa y Guillermo Pfening y que está centrada en sus grandes pasiones: las historias de amor y la comida. "Conoces a la gente por lo que le gusta comer, el mundo está en la comida", asegura.
"Yo solo soy adicta a las anchoas", confiesa Coixet en una entrevista a Europa Press en la que la ganadora de ocho premios Goya se define como una consumidora ocasional de series alejada de esos maratones o "atracones" que tanto están de moda en estos tiempos de desmedida oferta seriéfila y consumo compulsivo de ficciones.
Eso sí, Coixet confiesa que la idea de rodar una serie llevaba ya años rondando por su cabeza, casi desde el mismo tiempo que pensó en lo que ahora es 'Foddie Love', la historia de personas que se citan a través de una aplicación para encontrar pareja entre amantes de la gastronomía.
"Me apetecía hacer mucho algo en este formato y nunca pensé que la idea original de la que nace 'Foodie Love' fuera una película. Se fue desarrollando como serie de forma muy natural", afirma la cineasta que recuerda que hace años ya le ofrecieron dirigir capítulos de series como 'Homeland', 'True Blood' o 'Narcos'.
No aceptó, dice, porque pensó que se "aburriría" en un trabajo tan encorsetado como el que implica sumarse a una producción de este calibre que ya está en marcha. "Cuando tu llegas a una serie de estas ya está todo de decidido. Si no escoges los actores, no escribes, no decides el vestuario... ¿Qué haces allí? Además, en Estados Unidos además no puedes operar con la cámara. Pensé que me iba a aburrir", recuerda la directora de 'Mi vida sin mí' o 'La librería'.
COMIDAS Y LUGARES
Ahora al fin se ha lanzado al mundo de las series para, básicamente, hacer lo que le da la gana "todo el rato". Y ese "rato" son ocho capítulos en los que Costa y Pfening visitan diferentes restaurantes y locales ubicados en ciudades Roma, París, Tokio o Barcelona y en los que, mientras degustan infinidad de texturas y sabores, intentan avanzar en su incipiente relación y superar sus miedos lidiando con sus "mochilas emocionales".
"Lo bueno de llegar en este momento es que ya no hay tantas reglas, las vas haciendo tú a medida que vas currando", afirma Coixet que "desde el principio" sí tenía "muy claro" que en su serie quería trabajar con varios directores de fotografía para darle "riqueza visual" a 'Foodie Love' y evitar esa monotonía que a ella, como espectadora, le hace perder el interés en las series más pronto que tarde.
La producción de HBO España cuenta con Natasha Brier, Jean Claude Larrieu o Jennifer Cox. Todos relacionados con el pasado cinematográfico de Coixet y todos han "aportado su toque para que la serie fuera rica visualmente". "He hecho lo que me ha dado la gana todo el rato. Para mí ha sido una de las experiencias más divertidas y gratificantes de mi carrera", insiste Coixet que, como no podía ser de otra forma, ha plasmado su primera serie muchas de sus "vivencias y obsesiones" y de sus filias y fobias cinematográficas. Todo, siempre, con la comida como gran protagonista.
Una pasión que supo trasladar a sus dos actores protagonistas, no solo durante el rodaje de la serie, sino especialmente durante las dos semanas de ensayos previos. Quince días que fueron básicamente, confiesan Costa y Pfening, un festín gastronómico. "Nos dijo: 'Tenéis que venir dos semanas antes porque vamos a ensañar'. Yo llegue con el texto aprendido y luego ni lo tocamos. Todo era comer y hablar", recuerda Costa que asegura que en pantalla "se nota que cogimos peso del principio al final de la serie". "¿Cómo podría Isabel disimular el amor que le tiene a la comida? Es imposible", se pregunta.
Pero más allá de esa devoción por la gastronomía, Pfening destaca que, como directora, Coixet "ha sabido sacar lo mejor de nosotros como intérpretes" y lo ha hecho de una forma divertida y con espacio para la improvisación, pero siempre "sabiendo lo que quiere en cada momento". "Era como tirarse a la piscina pero sabías que siempre había agua. Le gusta mucho jugar, es muy glotona", dice el actor argentino que confiesa que para él la comida a veces es un "desahogo".
LA COMIDA COMO MOTOR VITAL
"Por momentos tengo con ella una relación de revancha. Como hice esto o pasó esto u otro... me voy a comer todo esto. Fluctúa mucho con las emociones", reconoce. Por contra, para la directora la comida es, además de "un gran estimulo", un auténtico motor vital.
"He aprendido a escuchar a mi cuerpo. Hay días que me levanto y me digo: 'Necesito comer anchoas'... y me consuelan las anchoas. En ellas puede estar la felicidad de ese día", afirma Coixet que rechaza que esos pequeños placeres culinarios tengan que estar necesariamente asociados a "la alta cocina" ya que estas experiencias tienen algo también "de descubrimiento y de aventura". "Lo bonito es conocer sitios y gente. Conoces a la gente por lo que le gusta comer, el mundo está en la comida y en cómo te relacionas con ella", sentencia.
De cara al futuro, en el que ya tiene un nuevo proyecto cinematográfico en marcha ambientado en Benidorm, asegura que algún día le encantaría rodar "una película coral con todos los actores que he trabajado" y, por supuesto, hacer una segunda temporada de 'Foodie Love'. "Me gustaría mucho", concluye.