MADRID, 21 Ene. (EDIZIONES) - James Cameron llevará a cabo una nueva versión de Terminator y quiere a Tim Miller como director de la película. Tal y como informa Deadline, el creador del conocido universo de ciencia-ficción que tuvo su origen en 1984, ejercerá ahora de productor para sacar adelante un proyecto en el que espera contar con el cineasta que dirigió Deadpool. No se sabe con seguridad si se tratará de un reboot, un remake o incluso una secuela de lo sucedido en Terminator 2: El juicio final (la última cinta de la saga original que dirigió Cameron, en 1991). Lo confirmado hasta el momento es que David Ellison, de SkyDance, financiará la producción y actualmente está "involucrando a algunos autores de ciencia ficción de alto nivel" para que ayuden a construir la historia. Deadline asegura que James Cameron obtendrá los derechos de la serie Terminator en 2019 y que mantiene la intención de participar personalmente en la próxima película. Eso sí, aunque no especifica su papel en el equipo, confirma que no dirigirá la cinta ya que tiene por delante un gran proyecto como el de las secuelas de Avatar. Por esta razón, Cameron habría elegido a Miller como director tras su éxito al frente de Deadpool el pasado año. El cineasta abandonó el proyecto de la secuela del superhéroe de Marvel tras alegar diferencias creativas con el protagonista y principal impulsor de la idea, Ryan Reynolds. Finalmente será David Leitch (John Wick) quien dirija Deadpool 2. En 2015, y bajo la dirección de Alan Taylor, salió a la luz un reboot llamado Terminator Génesis, protagonizado por nuevos rostros como Emilia Clarke (Sarah Connor), Jason Clarke (John Connor) y Jai Courtney, además del ínclito Arnold Schwarzenegger en su mítico papel robótico. Visto lo visto, la trilogía que inicialmente estaba prevista a partir de dicha cinta no tendrá continuidad. La propuesta de Paramount Pictures no obtuvo una gran acogida entre la crítica. Sin embargo, los fans de la saga respaldaron el proyecto al menos en taquilla, ya que cifró unos notables 440 millones de recaudación a nivel mundial. Fue, con estos datos, la decimosexta película más vista del año.