MADRID, 26 May. (EDIZIONES)
Tal día como hoy, un 26 de mayo, pero de 1907, nacía John Wayne. El actor fue una de las grandes estrellas del cine del siglo XX con la friolera de 181 títulos a sus espaldas y un buen puñado de premios que así lo atestiguan, entre ellos un Oscar. Esto es lo que sabemos de Wayne, pero al igual que otros actores, el carismático intérprete cuenta con una biografía que esconde unas cuantas curiosidades.
Wayne protagonizó un buen puñado de películas que han pasado a la historia del cine, entre ellas una de las joyas del western dirigida por John Ford, Centauros del desierto. En este género fue donde desarrolló su carrera, con títulos emblemáticos como Valor de ley, Río Bravo y El hombre que mató a Liberty Valance.
El actor estadounidense falleció en 1979, dejando atrás una exitosa carrera en la industria del cine. El escritor Scott Eyman resumió su intensa vida en John Wayne, The Life and Legend, una biografía en la que revela algunos detalles curiosos de la vida del actor.
HACÍA TRAMPAS AL AJEDREZ
El ajedrez era una de sus pasiones, afición que compartía con alguno de sus compañeros del mundo del cine. Pero el actor en varias ocasiones fue acusado de hacer trampas. El también intérprete Robert Mitchum aseguró que con sus grandes manos podía hacer un movimiento mientras cambiaba otra pieza.
APASIONADO DE LA LITERATURA
Le encantaban las novelas de Agatha Christie, aunque sus dos libros favoritos eran de Arthur Conan Doyle, precisamente dos novelas históricas: La compañía blanca y Sir Nigel. También se declaró fan del escritor Charles Dickens
SU NOMBRE DE PILA
Al igual que muchos otros actores John Wayne se puso un nombre artístico. Sus padres le bautizaron como Marion Robert Morrison, un nombre, el de Marion, que no le gustaba demasiado, prefería el apodo de Duke, por el que le conocían en su familia.
ERA UN "HUEVO ESCALFADO" PARA JOHN FORD
Pero Duke no era el único mote por el que era conocido. Durante el rodaje de Centauros del desierto, la actitud de John Ford enfureció a Wayne, quien llegó a decir que "quería matarlo". Por su parte el cineasta le gritó en alguna ocasión: "¿No sabes caminar? Eres tan torpe como un hipopótamo. Y deja de arrastrar el diálogo, muestra alguna expresión. Pareces un huevo escalfado".
FUE PERIODISTA DEPORTIVO
En su época de instituto fue un alumno muy implicado en la vida académica. Jugaba en el equipo de fútbol, participó en los grupos de debate y fue presidente del club de latín. Además trabajó como redactor en el periódico del instituto, en el que escribía sobre deportes.
IMPLICADO EN LA POLÍTICA
Nunca escondió su ideología de derechas. El actor se enfrentó a Jane Fonda por su discurso anti-guerra de Vietnam y fue un ferviente defensor de Richard Nixon, incluso después del caso Watergate. A Wayne le gustaba debatir con Paul Newman sobre política, quien le enviaba textos de pensadores progresistas.
SUPERSTICIOSO
Una de las cosas que le sacaban de sus casillas era que alguien dejara su sombrero en la parte superior de la cama. Tampoco se le podía pasar la sal directamente durante una comida. Había que acercársela y dejarla en la mesa.
LA ANÉCDOTA DE LOS ZAPATOS AZULES
La primera vez que conoció a Michael Caine, Wayne le aconsejó que nunca llevara zapatos de ante azules. Cuando el actor británico preguntó por qué, le contestó que en una ocasión conoció a un seguidor que se meó en sus zapatos de ante azules.
IMPRESIONADO CON CHURCHILL
En varias ocasiones confesó a su círculo de amigos que tenía en alta estima a Winston Churchill, Primer Ministro de Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial.
ERA UN BUEN GANADOR
Cuando en 1969 se llevó el Oscar a Mejor actor por Valor de Ley, Wayne le dijo a Barbra Streisand que había sido "la suerte del principiante". Más tarde, en la fiesta después de la ceremonia, se acercó a Richard Burton -nominado también a Mejor Actor-, le entregó el Oscar y le grito: "Tú debías tener esto, no yo".