MADRID, 22 Mar. (EDIZIONES) -
Si algo convenció a los espectadores que acudieron a las salas a ver La llegada fue el hermoso final de la película protagonizada por Amy Adams. Sin spoilers, y a grandes rasgos, se trata de un montaje paralelo con una banda sonora tremendamente emotiva y que confiere a la película varias lecturas filosóficas.
Pero tras las confesones a Collider de Eric Heisserer, guionista nominado al Oscar (la película optó a ocho premios de la Academia de Hollywood de los que solo se llevó el Oscar a los mejores efectos de sonido), sobre la adaptación del relato de Ted Chiang, todo cambia. Básicamente, porque ese no era el final previsto, sino que hubo que rehacerlo cuando vieron el viaje astral de Christopher Nolan en Interstellar.
"Yo diría que el único cambio real y significativo es el regalo que nos dejan los heptápodos alienígenas", avanza Heisserer. "En versiones anteriores del guión dejaban una especie de planos a una nave interestelar, como un arca de su especie. Y luego se estrenó el Interstellar de Chris Nolan y nos juntamos y dijimos: 'Bueno, esto ya no funciona'. Así que nos concentramos en lo que teníamos delante de nosotros: el poder del lenguaje", asegura entre risas.
Esto, al igual que en la película protagonizada por Matthew McConaughey y Jessica Chastain, podría interferir con el propósito inicial de los extraterrestres, pero Heisserer asegura que todo está conectado: "[El propósito de que vengan] siempre fue que en tres milenios acabemos en cierto lugar para poder ayudarles, y para que eso suceda necesitamos comenzar a colonizar. Necesitábamos empezar a marcharnos de la Tierra".
El guionista, que habló del largo proceso hasta que la película se hizo realidad, se deshizo en elogios hacia Denis Villeneuve, el director. "Él estaba rodando Prisioneros cuando el guión ya estuvo listo", comienza diciendo. "Se había mostrado muy interesado en el cuento [de Ted Chiang], pero no sabía cómo podría ser adaptado y le dimos la oportunidad de leerlo. Me senté a tomar un café con Denis y hablamos durante unos 90 minutos de ciencia y filosofía, de política y dee la historia, sobre todo de Louise como personaje, y luego al final dijo: 'Esto fue encantador. Hagamos esto otra vez la próxima semana'", relata el escritor.
"Y me quedé impresionado. No sabía ni qué decir porque esta ha sido una experiencia nueva para mí, la manera en que Denis trata a sus guionistas", aclara Heisserer. "Hicimos esto durante unos dos meses y luego finalmente me dijeron que estaba dentro, que había firmado, y me llamó poco tiempo después y dijo, 'Ok Eric, ahora estamos casados'. Y este es el tipo de cosas sobre cómo trabaja Denis con sus escritores. Esto lo resume todo", afirma.
El guionista tu, además tiempo para bromear sobre el papel del escritor en la industria: "Honestamente, muchas de las veces que conozco a un director una vez que llegan al proyecto o que muestran interés en un guión, siento aquello como un intercambio de rehenes en un puente a la medianoche, donde el director dice algo como 'Me lo llevo, chico. No vas a volver a verlo. Y sólo tal vez recuerde tu nombre el día del estreno".