MADRID 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
El filme 'Carne de neón' conquista a golpe de pistola un género de acción trepidante y desenfrenada. Su director, Paco Cabezas, recurre en esta ocasión a la receta del sexo, los suburbios y los matones con Mario Casas y Ángela Molina como protagonistas de este montaje, que se estrena el viernes.
Ricky, interpretado por Casas, es un joven que fue abandonado a los 12 años en la calle y desde entonces sobrevive a base de trapicheos y otros negocios, rodeado de yonkis, prostitutas y chulos. Ahora, y ante la inminente salida de la cárcel de su madre --papel encarnado por Ángela Molina--, decide poner en marcha un puticlub, el Hiroshima, donde ella pueda trabajar como regente y dejar su pasado a un lado.
En esta aventura Ricky cuenta con la ayuda de unos compañeros peculiares: Angelito (Vicente Romero), un chulo violento e impulsivo; El Niño (Luciano Cáceres), un matón con el desarrollo intelectual de un adolescente; y la Infantita (Dámaso Conde), un travesti con aspiraciones cinematográficas.
Paco Cabezas rescata la idea y el guión del corto que realizó en 2005 bajo el mismo nombre, y lo desarrolla en un largometraje, sin apenas cambios y con la misma esencia. Según ha explicado este jueves en la presentación, se trata del primer guión que escribió, "el que más quería y que siempre llevaba debajo del brazo".
Ahora, Mario Casas y Ángela Molina sustituyen a Óscar Jaenada y Victoria Abril en una historia donde, además de disparos, prostitutas y prostíbulos, Cabezas aporta un grado más de sensibilidad para hablar del amor que existe entre una madre y su hijo, sobre la redención, y también, sobre las segundas oportunidades.
El ritmo narrativo ágil y trepidante o los flashbacks recuerdan inevitablemente a películas como 'Snatch. Cerdos y diamantes', así que, preguntado por las similitudes entre 'Carne de neón' y ciertas producciones norteamericanas, Cabezas señala que aquí se intenta llegar a un público joven al que le gustan las películas "violentas y con acción". "Ojalá recuerde a Guy Ritchie, Fincher o Tarantino, aunque no les llego ni a la suela de los zapatos", señala.
Sin embargo, el director va más allá y aporta a los personajes otro fondo, alejado del "blanco y negro" de algunas películas estadounidenses, ya que, según señala, es "una película de hijo de puta con corazón". "Todos somos malos y buenos, he estado siempre obsesionado con eso", explica.
DE LA IRREVERENCIA A LA EMOTIVIDAD
El guión de 'Carne de neón' se mueve entre la irreverencia de sus personajes, salidos de los sótanos y las trastiendas ilegales a los que nadie tiene acceso, y la emotividad que surge de la historia de cada uno de los protagonistas. En el caso de Mario Casas, según ha señalado el actor, su papel de "quinqui" también muestra "la fragilidad más contundente".
En este sentido, Vicente Romero ha destacado la "dualidad" que consigue este filme "en una misma interpretación". "Mi personaje tiene que hacer reír pero también llegar al personaje. Esa es la habilidad que tiene Paco aquí", destaca. En la misma línea, Macarena Gómez ha señalado que su papel, el de una prostituta ingenua e inocente, representa también una "fragilidad absoluta que depende de un maltratador".
Blanca Suárez, por su parte, ha señalado que esta película ha sido una "suerte" porque le ha dado la oportunidad de cambiar de registro. La joven actriz ha sido escogida para participar en la última película de Almodóvar, 'la piel que habito', basada en la novela 'Tarántula'.