MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
El actor Mario Casas, que se ha tatuado el número de preso al que interpreta en la película 'El fotógrafo de Mauthausen', el 5185, cree que no hay que olvidar periodos de la Historia como el que narra el filme. "Tenemos que recordar para que no vuelva a pasar", afirma.
Casas se ha expresado así en un Encuentro Digital de Europa Press. El actor interpreta a Francisco Boix en 'El fotógrafo de Mauthausen', uno de los 7.000 prisioneros españoles que estuvieron cautivos en el campo de concentración nazi de Austria desde 1940 hasta el final de la Segunda Guerra Civil.
El actor da vida al español que trabajó como fotógrafo dentro del campo y, a escondidas de los Nazis, fue guardando y recopilando los negativos de los crímenes que cometían los altos cargos de la S.S. Así, durante los Juicios de Núremberg (20 noviembre 1945 - 1 octubre 1946), estos negativos fueron pruebas indispensables para culpar a los dirigentes.
Mario Casas no conocía en profundidad la historia de los españoles en el campo más allá de "lo que había podido estudiar en su día" o "lo que había visto en el cine". Sin embargo, cuando conoció el proyecto y el guión de la película, el actor asegura que se enamoró de la historia y se documentó "lo máximo posible".
Preguntado sobre qué fue lo que más le impresionó, el actor recuerda que tuvo la oportunidad, en sus "carnes", de visitar Mauthausen. "En invierno, recuerdo la nieve, el frío", rememora Mario Casas, para después agregar que "casi" no se podía "ni hablar del frío".
"Iba hiper abrigado, estaba congelado", insiste Mario Casas, que confiesa que "no entendía como podía sobrevivir gente después de esa ducha que les daban" al llegar al campo de concentración. Para el actor "es imposible ponerse en su piel", es "el infierno en vida".
Sobre su personaje, Casas explica que decían de él que era "carismático" y que "sabía ganarse a la gente" gracias a que era joven "con una inteligencia emocional que sabía cómo encandilar". Además, "estaba en un campo de concentración pero siempre tenía una sonrisa". El actor define a Francisco Boix como un "héroe sin capa y sin máscara".
Respecto a la lección que ha aprendido con este proyecto cinematográfico, el intérprete gallego destaca la "histórica". "Lucharon mucho para vivir como vivimos", subraya Mario Casas, que ha seguido una dieta de unos cuatro o cinco meses para perder 12 kilos para el papel.
DEADPOOL... O SUPERLÓPEZ
En relación con el personaje histórico que le gustaría interpretar, el actor asegura que 'Cómodo', como Joaquin Phoenix en 'Gladiator', de Ridley Scott. Además, Mario Casas asegura que si fuera un superhéroe en el cine sería Deadpool como Ryan Reynolds o 'SuperLópez' como Dani Rovira. "Me da envidia", dice bromenado en alusión a Rovira.
En materia de directores, Mario Casas sueña con trabajar con Pedro Almodóvar. "Si tuviese la oportunidad de decir que he trabajado con Almodóvar...", imagina el actor, que destaca del cineasta manchego que es "alguien que coloca el cine español en un momento dado en todo el mundo". No obstante, también querría trabajar a las órdenes de Juan Antonio Bayona y tiene "muchas ganas" de que Alberto Rodríguez, con quien trabajó en 'Grupo 7', le vuelva a llamar.
Sobre si habrá tercera parte de 'Tres metro sobre el cielo', el actor espera que sí la haya. "Si fuese por mí ya estaría hecha", asegura Mario Casas, que confiesa que compartiría secuencia con Tom Hardy, un "referente" y "el Marlon Brando del Siglo XXI".
Finalmente, el actor gallego cree que, en la actualidad, el salto a Hollywood es "distinto" que cuando lo dieron Antonio Banderas o Penélope Cruz gracias a las "ventanas" digitales como Netflix, HBO o Amazon. "Hay muchos directores que te pueden ver", ha zanjado.