MADRID, 30 Nov. (EUROPA PRESS) - Este viernes 1 de diciembre Mark Wahlberg y Will Ferrell vuelven a las andadas en Dos padres por desigual, la secuela de la alocada comedia familiar que triunfó en 2015 y que regresa doblando su apuesta. Y es que ahora a los dos desastrosos padres se les suman los dos abuelos interpretados por Mel Gibson y John Lithgow. En una entrevista concedida a Europa Press en Los Ángeles los dos protagonistas aseguran que estaban deseando rodar la secuela pero que no se lanzaron hasta que supieron "que teníamos una idea interesante que contar que se sostuviera por sí misma". "Disfrutamos interpretando a esos personajes y sabíamos que la película anterior había tenido una buena acogida; pero, ante todo, queríamos estar seguros de volver con algo que fuera original y especial", dice Wahlberg. Una segunda parte, de nuevo dirigida por Sean Anders, que arranca con los dos protagonistas coordinados en su labor de padres para repartirse sus responsabilidades en la familia. Todo iba relativamente bien hasta que la que la aparición de Kurt, el padre del personaje de Wahlberg al que da vida Mel Gibson, hará saltar todo por los aires. "Cuando aparece Kurt, el padre de Dusty, se ponen evidencia las fisuras que existen en el acuerdo que hemos construido", asegura Ferrel que además adelanta que las discusiones y enredos ya no serán solo entre Brad y Dusty, sino también entre los dos abuelos. Y todo, como no podía ser de otra forma, en plena Navidad. Una época entrañable y llena de buenas sensaciones y momentos familiares... que también puede convertirse en una pesadilla. "¿Que la Navidad puede ser estresante? ¡Yo no puedo esperar a que llegue el 1 de enero! Lo que de verdad me gusta celebrar es el día de la Navidad y luego volver a la vida normal cuanto antes", sentencia Wahlberg. "Es cierto que puede ser una época del año algo estresante, pero al final sigues amando la Navidad. De alguna manera quieres formar parte de la celebración que mostramos en la película y me parece especial que trate todo eso", apostilla Ferrell que sigue siendo un firme defensor de las fiestas.