MADRID, 19 Sep. (EDIZIONES) -
En 1996 llegó a la gran pantalla La isla del Dr. Moreau, una de las últimas películas de Marlon Brando. El guionista del filme, Ron Hutchinson, ha revelado que la causa del fracaso del filme fue la actitud del actor, que se comportaba "como un monstruo" y boicoteó la cinta.
En una entrevista para el diario The Guardian con motivo de la publicación de sus memorias, Hutchinson ha confesado que La isla del Dr. Moreau es una de las peores películas de la historia del cine y la califica como "un accidente de tren de 40 millones de dólares". En la adaptación cinematográfica de la novela homónima de H.G. Wells, Brando daba vida a un doctor que experimentaba con animales para convertirlos en humanos y mejorar la especie.
Cuando Hutchinson recibió el encargo de escribir el libreto, pensó que trabajar con la gran estrella de Hollywood sería un sueño hecho realidad. Sin embargo, el rodaje del filme se convirtió en una auténtica pesadilla. "Cuando Brando llegó al rodaje pesaba 136 kilos", recuerda el guionista. Asimismo, el actor estadounidense se negaba a seguir el guión establecido. "Quería improvisar todo", añade.
En lugar de estudiar sus escenas, el actor prefería pasar el tiempo en su caravana. "Sólo abría la puerta cuando venía el repartidor de pizza. Esto fue maravilloso para las pizzerias de la pequeña ciudad de Cairns, ya que Brando consumía cantidades industriales de pizza mientras rumiaba sobre qué diablos iba a hacer cuando tuviera que aparecer delante de las cámaras", relata el guionista. "Creo que tenía miedo existencial", confiesa Hutchinson, que ganó un premio Emmy en 1989 por la miniserie Wiesenthal, los asesinos entre nosotros.
UNA ISLA DE MONSTRUOS
En sus últimos años de vida el veterano actor, fallecido en 2004, tenía un comportamiento difícil, tal como le advirtió el director de la cinta, John Frankenheimer, a Hutchinson. "En esa etapa de su vida Brando, que interpretaba al dios de la isla de Moreau, emergió como el dios de la producción. Estaba cansado de hacer películas", explica el guionista.
"Con sobrepeso, sin preparación, irónico y despectivo. Estaba aquí para boicotear esta película", sentencia Hutchinson, que ha explicado que Brando no fue el único que tenía una actitud discutible. "Todo el mundo se comportaba como un monstruo con los demás. Fue una isla de locos, una experiencia terrible", concluye.