MADRID, 3 Jun. (EDIZIONES) -
El pasado 6 de enero llegó a los cines Silencio, drama histórico dirigido por Martin Scorsese que dividió a la crítica. El cineasta estadounidense es un ejemplo de cómo encajar bien una crítica, como ha demostrado tras los comentarios negativos de su última cinta.
Scorsese ha respondido a una crítica realizada por Adam Mars-Jones para el suplemento literario del diario The Times en la que ha defendido que el cine es un tipo de arte que está al mismo nivel que otras expresiones artísticas como la literatura o la música.
"A lo largo de los años me he acostumbrado a ver cómo el cine es menospreciado como una forma de arte por una serie de razones: está contaminado por intereses comerciales, hay demasiadas personas involucradas en su creación, no deja nada a la imaginación y simplemente lanza un hechizo temporal al espectador (nunca se hace lo mismo en el teatro, la danza o la ópera, que requieren que el espectador experimente la obra en un lapso de tiempo determinado)", explicó el director de El lobo de Wall Street.
Por otro lado, Scorsese señala que el periodista de The Times no está de acuerdo con todos estos argumentos en su crítica, a la que considera "razonada y, en su mayor parte, cuidadosamente considerada". No obstante, el cineasta cree que Mars-Jones parece "no tener una opinión sobre el cine que esté más o menos en sintonía con sus duras valoraciones".
EL SÉPTIMO ARTE
En la crítica de Silencio, Mars-Jones sostiene que en un libro el lector y el autor colaboran en la producción de imágenes, mientras que un director simplemente "hereda esas imágenes". En consecuencia, Scorsese ha salido en defensa del talento creativo de los cineastas.
"Los mejores directores, como los mejores novelistas y poetas, están intentando crear un sentido de comunión con el espectador. No tratan de seducirlos o superarlos, sino conectar con ellos en un nivel lo más íntimo posible", asegura Scorsese.
"El espectador también colabora con el director o el pintor. No hay dos visionados de la Virgen con el Niño entronizados y santos de Rafael: cada visionado es diferente. Algo similar ocurre al leer la Divina Comedia de Dante o Middlemarch, o al ver Vida y muerte del coronel Blimp o 2001: Una odisea en el espacio", sentencia el director.